¿Qué compromiso tiene CAME con el desarrollo de tecnologías y la sustentabilidad de sus procesos?
El compromiso de CAME es total. Creamos una oferta global de equipos y soluciones tecnológicas de alta calidad para la automatización del control de acceso peatonal, vehicular y de seguridad perimetral que beneficie la calidad de vida de los clientes y socios de negocios.
Partiendo de ese enfoque, la sustentabilidad es parte importante porque estamos hablando de productos que van a ser sencillamente adaptables a lo que busca una persona o empresa y tener una durabilidad intrínseca mayor. Porque la sustentabilidad no es sólo reducir la huella de carbono en la fabricación de productos; si un producto dura más, también impacta positivamente al medio ambiente.
Un ejemplo de nuestra apuesta por la sustentabilidad es la matriz ubicada en Dosson Treviso, donde se realizó la instalación de sistemas climáticos sustentables de última generación y 2,000 paneles fotovoltaicos en una superficie de 4,500 metros cuadrados que producirán 1.2 GWH de energía sostenible al año.
Por otra parte, es esencial que todos los técnicos sean capaces de instalar adecuadamente los equipos para evitar que no estén circulando de forma continua para hacer revisiones o ajustes. Sin duda, capacitar y certificar a usuarios finales, comerciales, distribuidores, integradores e instaladores es fundamental. Y la tecnología nos está apoyando para que muchos servicios de comisionamiento y supervisión de ajuste se hagan de forma remota. Tenemos un entendimiento total con el mundo y eso es lo que estamos buscando colocar en el mercado.
¿Cuál es el reto más común al que se enfrenta un fabricante como CAME en la cadena de proyectos de seguridad y control integral?
Hay uno muy común: cada región opera de manera distinta. Por lo tanto, el fabricante debe tener la capacidad de adaptarse a cada una de las regiones. Por ejemplo, en Europa y Norteamérica se publican una serie de normas que hemos de cumplir como fabricantes y que nos van a ayudar a que la operación sea muy homogénea en cada una de esas regiones. Pero no podemos comparar una norma europea con una norteamericana, porque, si bien hay puntos de encuentro comunes, tienen unas diferencias que las hacen únicas. Por eso no es tan fácil colocar productos del mercado europeo en el norteamericano y viceversa.
“Satisfacer las necesidades específicas del cliente y fortalecer el trabajo en equipo son prioridades para nuestra compañía”
Otro gran reto es la falta de normatividad en todo lo que tiene que ver con Latinoamérica, África, Asia… Hay regiones donde no se tiene una normatividad particular. En esos casos hay que aplicar otras estrategias para poder permear los mercados y mostrar el valor que nuestras soluciones van a entregarle a los usuarios finales desde el punto de vista operativo, de mantenimiento, de inversión o retorno de la misma, refaccionamiento, servicio, capacitación, servicio al cliente, etc.
Y el tercer reto parte de la adaptación de las diferentes regiones a un mismo producto, una solución que pueda ser similar. Me refiero a la tecnología, que cambia constantemente. Por esa razón, nosotros debemos ser capaces de entender qué tecnología va a llegar a tener un impacto fuerte en el usuario en el corto y mediano plazo. Identificar tecnologías innovadoras es crucial para invertir y desarrollar nuevos productos. Si no lo hacemos, podemos quedarnos atrás y salir del mercado. Definitivamente, es un reto poseer esa madurez para poder evaluar las tecnologías y determinar cuál es la que nos va a funcionar en una región determinada y con qué productos y soluciones.
¿Cuál ha sido el camino o estrategia que se ha llevado en CAME México para crear relaciones a largo plazo?
En este sentido, tenemos dos cosas que resaltar: por un lado, el cliente está por encima de todo; y por otro, es vital fortalecer el trabajo en equipo. Esto es lo que nos distingue y es en lo que realmente queremos dejar una huella en la industria de la seguridad.
El cliente es muy importante porque es a quien nos debemos. Pero, sobre todo, es el que nos reta en todo momento para que desarrollemos soluciones que se adapten a sus necesidades. Y en esto es imprescindible que haya una buena comunicación, un buen entendimiento y una buena plática entre CAME y el cliente. La retroalimentación es básica.
Por lo que respecta al trabajo en equipo, las áreas comerciales y de marketing realizan una gran labor para difundir lo que hacemos. Y, volviendo a lo que comentaba anteriormente, es muy importante trabajar con nuestros clientes, integradores y canales de distribución para retroalimentarnos. Pero no nos conformamos, así que nos preguntamos constantemente cómo pueden operar mejor nuestros equipos, ser más eficientes, adaptarse a las nuevas demandas del mercado, etc.
Los productos están, la historia está, los retos siempre van a estar… Pero es a través del enfoque al cliente, de una comunicación, de una conversación y de trabajo combinado como realmente buscamos diferenciarnos en el mercado de la seguridad.