-¿Qué se entiende por cibercriminología? ¿Por qué es tan importante?
La cibercriminología es ese enfoque multidisciplinario que nos ayuda a entender la naturaleza del delito en el ciberespacio. Y nos orienta sobre cómo debemos hacerle frente al comportamiento cibercriminal. La cibercriminología facilita que se realicen eventos como la I Conferencia de Sombreros Blancos para hablar de diferentes asuntos desde ese enfoque multidisciplinario y crear escenarios en los que se genere conocimiento de ciberseguridad.
De la cibercriminología también debe destacarse la integralidad, es decir, el lado legal, algo que no se conoce mucho. Me explico: los hackers éticos tratan de encontrar vulnerabilidades informáticas, pero desconocen la parte legal. Y a la hora de contraatacar a los cibercriminales se precisa un testimonio experto, se necesita tener conocimientos sobre asuntos legales.
En la actualidad, la cibercriminología es esencial, ya que nos ayuda a ver la ciberseguridad y el cibercrimen como un todo. Y no tiene ninguna limitación. Al contrario, contribuye a que los hackers de sombrero blanco sean cada vez más. Los hackers éticos necesitan conocer todos los factores de la naturaleza del cibercrimen para ser capaces de protegernos.
-¿Cómo surgió la idea de organizar la I Conferencia de Sombreros Blancos?
Entre mis alumnos se encuentran policías y profesionales de agencias gubernamentales de diferentes países, algo lógico teniendo en cuenta que la Universidad de Boston es muy internacional. Y esa relación con ellos me ha permitido conocer cuáles son sus problemas e inquietudes a la hora de hacerle frente al cibercrimen.
“Los ‘hackers’ éticos necesitan conocer todos los factores de la naturaleza del cibercrimen para ser capaces de protegernos”
De ahí surgió el planteamiento de hacer algo diferencial, de organizar una conferencia de hackers de sombrero blanco, quienes, a diferencia de los de sombrero negro, no suelen compartir información. Por dicho motivo pensamos en llevar a cabo un evento donde pudiéramos hablar de la necesidad de investigar el cibercrimen. Así nació la I Conferencia de Sombreros Blancos.
-¿Por qué consideraron que Bogotá era la ciudad apropiada para celebrar el evento?
Podría decirse que el mayor Marlon Mike Toro Álvarez, de la Policía Nacional de Colombia, es mi aprendiz. Hemos compartido conocimientos y hablado largo y tendido sobre los problemas del cibercrimen y la situación en Latinoamérica. Y coincidimos en que era necesario hacer un evento diferente.
Antes de la I Conferencia de Sombreros Blancos fui ponente en el I Simposio de Cibercriminología y Ciberseguridad en Colombia. Y me impresionó gratamente el interés que suscitaban estos temas en el país. Encontré a gente muy receptiva. Posteriormente, tuve la oportunidad de hablar sobre cómo les afecta el cibercrimen a los niños y adolescentes en un encuentro organizado por la embajada de EEUU en Bogotá.
Y entonces me di cuenta de que esta ciudad era perfecta para celebrar un gran evento, una conferencia diferente para concienciar a la comunidad sobre la importancia de la ciberseguridad y la investigación del cibercrimen. Gracias al apoyo de la Policía Nacional de Colombia y otras instituciones, finalmente pudo organizarse la I Conferencia de Sombreros Blancos.