-¿Cómo ha afectado la crisis de la COVID-19 a las empresas de seguridad privada que operan en Colombia?
La crisis ocasionada por la COVID-19 ha afectado a todos los sectores de la economía nacional. Las afectaciones, principalmente de carácter económico, que han sufrido las empresas han tenido una repercusión directa en los servicios de vigilancia y seguridad privada.
Esto teniendo en cuenta que nuestros servicios se prestan transversalmente a todos los sectores de la economía. De modo que, al afectarse el flujo de caja de los clientes, se ha producido un efecto dominó que también ha afectado a nuestros flujos de caja internos.
-¿Cómo están contribuyendo las empresas de seguridad privada a prevenir contagios por coronavirus en Colombia? ¿Qué tipo de servicios están prestando para evitar la propagación de la COVID-19?
Las empresas del sector de vigilancia y seguridad privada hemos venido prestando ininterrumpidamente nuestros servicios, orientados a prevenir o detener perturbaciones a la seguridad y tranquilidad en lo relacionado con la vida y los bienes propios o de terceros. Esta labor se ha realizado en el marco de las directrices y lineamientos que se han establecido tanto a nivel internacional por las autoridades de salud como a nivel nacional y local por parte del Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud) y las secretarías departamentales y distritales de salud.
En consecuencia, se han implementado protocolos de bioseguridad para disminuir el riesgo de contagio y proteger la vida tanto de nuestro personal operativo como de los usuarios que cuidamos durante la prestación del servicio. Para nuestras empresas es una prioridad brindar los servicios con el mayor profesionalismo, garantizando en el proceso la tranquilidad de los usuarios respecto a la máxima reducción de las posibilidades de contagio.
-¿Los de seguridad privada han sido considerados servicios esenciales en Colombia?
Sí. Los servicios de vigilancia y seguridad privada son considerados esenciales en Colombia, ya que el sector es el principal aliado de la fuerza pública. Esto es algo que queda de manifiesto en el Decreto 3222 de 2002, por el que se reglamenta parcialmente el Estatuto de Vigilancia y Seguridad Privada. Como consecuencia de ello, los servicios del sector han sido incluidos desde el primer momento entre las excepciones y las empresas han podido continuar prestándolos.
Este tratamiento ha permitido la movilización de nuestro personal tanto operativo como administrativo. Y, como comentaba, la continuidad en la prestación de los servicios de vigilancia. Desde la irrupción de la pandemia, estos últimos han contribuido a prevenir las perturbaciones que pudieran afectar a los diferentes negocios y empresas que permanecen sin atención al público debido al aislamiento obligatorio preventivo.
-¿El sector de la seguridad privada está satisfecho del grado de colaboración existente con la seguridad pública de cara a frenar el incremento de la inseguridad provocado por la crisis económica?
La seguridad privada ha sido y seguirá siendo el principal aliado de la seguridad pública. Espacios como las redes de apoyo han permitido dinamizar las acciones y la respuesta de la fuerza pública ante actos delictivos a través de la colaboración del personal operativo de las empresas de vigilancia y seguridad privada. De este modo, todos los esfuerzos realizados de cara a frenar el incremento de la inseguridad se han realizado de manera conjunta y coordinada con la fuerza pública.
-Para finalizar, ¿considera que la labor de la seguridad privada está siendo lo suficientemente reconocida por la sociedad colombiana durante la pandemia?
Sin duda alguna, la sociedad civil, la fuerza pública y los organismos de control han reconocido la labor de la seguridad privada en nuestro país durante este difícil momento. Somos un servicio esencial desarrollado por hombres y mujeres valientes que día a día, como héroes silenciosos, ennoblecen su ardua labor al arriesgar su propia vida para garantizar el bienestar de aquellos a quienes sirven y cuidan.
Este reconocimiento conlleva una gran responsabilidad. Debemos permanecer inamovibles en la prestación profesional de nuestro servicio, brindando tranquilidad y seguridad a nuestros usuarios.
