-¿Cómo ha afectado la crisis de la COVID-19 a las empresas de seguridad privada que operan en Colombia?
Las empresas del sector de la seguridad privada se han visto afectadas económicamente a pesar de continuar ejerciendo su labor. Existen retrasos en los pagos de facturas y una disminución o cancelación de servicios. Asimismo, se ha incrementado el gasto en la compra de elementos de bioseguridad como tapabocas, caretas, tapetes desinfectantes, etc. Ha supuesto un gran esfuerzo económico para nuestras empresas.
Por otra parte, las entidades promotoras de salud (EPS) están trasladando al empresario toda la responsabilidad económica de las incapacidades médicas cuando los guardas se encuentran en aislamiento preventivo en espera de hacerse la prueba de la COVID-19 o de los resultados de la misma.
En definitiva, la seguridad privada en Colombia se ha visto afectada a pesar de continuar operando, pues la liquidez está disminuyendo aceleradamente.
“El sector se ha visto afectado por los retrasos en los pagos, la disminución o cancelación de servicios y el gasto en la compra de productos de bioseguridad”
-¿Cómo están contribuyendo las empresas de seguridad privada a prevenir contagios por coronavirus en Colombia? ¿Qué tipo de servicios están prestando para evitar la propagación de la COVID-19?
La seguridad privada contribuye a contener la COVID-19 en Colombia. Desde el inicio de la emergencia sanitaria protegimos a nuestros guardas con todos los elementos de bioseguridad. Y también desarrollamos capacitaciones para que se familiarizaran con todas las medidas requeridas para protegerse y, a su vez, proteger a sus familias y custodiados.
De manera más formal, la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia) expidió una circular en la que se establecían las funciones de los guardas en centros comerciales. Estas últimas tienen que ver con supervisar el adecuado uso del tapabocas y el distanciamiento social, dar indicaciones del lugar donde se encuentran los antibacteriales y alertar a las autoridades en caso de que se presente alguna novedad. Aunque sea una directriz para centros comerciales, muchas empresas han replicado sus indicaciones en los sectores donde operan.
Con estas nuevas funciones y toda la disposición, la seguridad privada está en condiciones de apoyar a Colombia en estos momentos tan difíciles.
-Relacionada con la pregunta anterior, ¿los de seguridad privada han sido considerados servicios esenciales en Colombia?
Así es. Somos un servicio público esencial. Y no solo porque somos aliados estratégicos de la fuerza pública en la prevención de la criminalidad. Además, a raíz de la emergencia sanitaria estuvimos dentro de las excepciones del aislamiento obligatorio, lo que significa que somos indispensables para el desarrollo de todos los sectores del país. Cuidamos ministerios, puertos y aeropuertos, hospitales, colegios, universidades, edificios empresariales, propiedades horizontales, etc. En resumen, el sector de la seguridad privada cuida de la infraestructura de Colombia. Y ayuda a que se cumplan las medidas de bioseguridad.
“Sentimos que la sociedad colombiana reconoce la labor heroica de nuestros guardas y los esfuerzos que hacemos por mantenernos firmes en nuestra labor”
-¿La seguridad privada colombiana está satisfecha del grado de colaboración existente con la seguridad pública de cara a frenar el incremento de la inseguridad provocado por la crisis económica?
Nosotros apoyamos a la fuerza pública. Y sabemos que esta última está utilizando toda su capacidad para contener la inseguridad, pues permanece en continua reinvención y constante comunicación con la seguridad privada.
-Para finalizar, ¿considera que la labor de la seguridad privada está siendo lo suficientemente reconocida por la sociedad colombiana durante la pandemia?
Sentimos que la mayoría de la sociedad reconoce la labor heroica de nuestros guardas y los esfuerzos que, como sector, hacemos por mantenernos firmes en nuestra labor. Y no solo por vigilar la infraestructura que está a nuestro cargo, la cual está sufriendo una gran amenaza por el incremento de la inseguridad que obliga a estar mucho más atentos. También estamos jugando un papel esencial en la contención de la COVID-19.
