-Teniendo en cuenta que el tema que nos ocupa es el relativo a las armas no letales, ¿por qué un vigilante de seguridad privada debe portar un arma?
Principalmente, un vigilante de seguridad privada necesita una medida de reacción frente a las posibles situaciones que puedan darse en su labor. Al respecto, preguntamos a varios empresarios por qué un vigilante requería portar un arma y respondieron que para disuadir, defender y proteger. Ninguno de ellos mencionó el hecho de matar porque un arma de servicio de vigilancia no está diseñada para tal fin.
-Dentro del sector de la seguridad privada, ¿por qué debe hacerse una transición hacia las armas no letales?
Precisamente, el hecho de que el arma no sea letal le va a dar una medida de reacción al guarda de seguridad que le va a permitir ejercer su labor de forma inmediata, tomar el control de la situación y esperar el apoyo de las redes vinculadas a su servicio.
-¿Qué beneficios les aportan las armas no letales a las empresas de seguridad?
El primero es el hecho de proteger la vida, que va ligado al segundo: no entrar en responsabilidad civil contractual. Sin duda, no entrar en demandas reduce los gastos en una empresa de seguridad. Por otro lado, conviene recordar que, para poder tener un arma, en Colombia se exige un examen psicofísico; si no es superado por el vigilante, el mismo se convierte en un lucro cesante para la compañía. Le pongo un ejemplo: si tomamos una muestra de 1.000 guardas y el 3,9 por ciento no supera el examen psicofísico, eso representa un lucro suspendido para la compañía de en torno a 600 millones de pesos.
Las armas que son concesiones que da el Estado a las empresas de vigilancia no entran a formar parte de sus activos fijos. Sin embargo, las armas no letales, al no ser propiedad del Estado sino de quienes las adquieren, se convierten en activos fijos de las compañías. Por lo tanto, las empresas crecen. Eso como beneficios económicos y operacionales.
Por otro lado, la ventaja más grande que aportan las armas no letales es que contribuyen a que el servicio de vigilancia, más allá de serlo de prevención, se convierta en uno con capacidad de reacción.
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-¿Qué tipos de armas no letales existen en el mercado?
Hay varios tipos de armas no letales: de impacto cinético, de ataques eléctricos y de ataques químicos. Desafortunadamente, en Colombia las armas de balines y fogueo son consideradas armas no letales. Pero dicho concepto ha sido mal concebido, puesto que un arma no letal permite defender varias vidas, tanto la del operario como la del reducido y las del entorno en que se expone el arma.
Las armas de balines no cumplen el requerimiento de poder derrotar a una persona. Sin embargo, se autoriza a que el agredido responda con un arma real y alegue legítima defensa, puesto que, normalmente, las armas de balines son réplicas de las armas letales. Y lo mismo sucede con las de fogueo.
-Por lo que respecta a los trámites, ¿qué ventajas presentan las armas no letales?
Desde el punto de vista de la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia) y el Gobierno nacional, las armas no letales no requieren salvoconducto, ya que se trata de adquisiciones personales. Por lo tanto, los trámites son más sencillos, no es necesario renovar licencias, la portabilidad no supone problemas y los vigilantes no están obligados a superar el examen psicofísico al que hacía referencia anteriormente. Visto así, las empresas pueden trabajar más rápidamente.
-Para finalizar, ¿qué ha presentado Tango Colombia a los asistentes del XXIV Congreso Nacional de Seguridad Privada de Andevip?
Presentamos las antiguas tecnologías que existían en armamento no letal y cómo han surgido otras nuevas que superan sus carencias. Hablamos de lo que es la capacidad y el rango del arma, lo importante que es que sea ergonómica, ajustable, contundente y duradera, que sus trámites estén al día y que al final sea un arma confiable en la que su usuario pueda encomendar la vida.
