¿En qué año se creó la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transporte de Valores (Aseva)? ¿Cuáles son los principales objetivos de la asociación?
Aseva tiene casi 30 años de existencia. Como tal funciona desde el 1 de junio de 1995, logrando reunir, de forma voluntaria, a todas las empresas que ejecutan asesorías o prestan servicios de seguridad, custodia y transporte de valores.
Nuestro objetivo es que las actividades relacionadas con la seguridad privada, ya sea de vigilancia, custodia o traslado de valores, se perfeccionen cada día más, desarrollando estrategias que permitan prestar un servicio de calidad a nuestros clientes y la ciudadanía, además de estrechar vínculos entre las empresas asociadas y del gremio con las autoridades.
Hoy en día, ¿qué importancia tiene el sector de la seguridad privada en Chile? ¿A cuántos trabajadores emplea y cuál es su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) del país?
Nuestra labor es de gran importancia porque apunta nada menos que a resguardar la seguridad de las empresas en general, sus colaboradores y sus clientes dentro de las facultades que la ley nos otorga.
Si bien es difícil cuantificar nuestra contribución al PIB, sí puedo decir que la seguridad es clave para la actividad económica de Chile. Actualmente, en total, nuestros socios emplean a más de 40.000 colaboradores, incluyendo guardias, vigilantes, etc. Además, dan protección física y con medios electrónicos a gran parte de los procesos productivos de la economía del país, como, por ejemplo, minería, industria forestal, energía, comercio o grandes superficies. Y también a 400.000 hogares y pequeños comercios a través de sistemas de alarma monitoreados de forma remota.
¿Cómo contribuye el sector de la seguridad privada a prevenir actos delictivos y combatir la inseguridad en Chile? Al respecto, ¿la labor de sus profesionales es apreciada por el conjunto de la sociedad chilena, en general, y por los clientes de las empresas de seguridad, en particular?
La seguridad privada cumple distintos roles, dependiendo del lugar que se deba custodiar. Y hay dos tipos de funcionarios: los vigilantes privados y los guardias de seguridad.
Los vigilantes privados se encargan del transporte de valores y de la seguridad de ciertos espacios, como instituciones financieras y el Metro de Santiago. Y están capacitados y autorizados a portar armas de fuego, pudiendo utilizarlas ante una situación de riesgo o un delito.
En cuanto a los guardias de seguridad, no portan armas y tienen un rol más disuasivo. Principalmente, se encuentran en tiendas comerciales, empresas, instituciones públicas, condominios habitacionales, etc.
La labor de las empresas asociadas a Aseva es de coadyuvantes de las policías. No tenemos las mismas facultades que Carabineros o la Policía de Investigaciones (PDI), pero trabajamos en estrecha colaboración con ellos para evitar que nuestros clientes sean víctimas de delitos y, en caso de ocurrir, poder actuar con prontitud.
Cada vez más, la labor de guardias y vigilantes privados es mejor recibida por la ciudadanía, pues entiende que enfrentar la crisis de seguridad y crimen organizado que atraviesa el país es una tarea de todos. Una muestra de ello es el alza de la demanda de los servicios de seguridad privada.
“La normativa actual de seguridad privada no va al fondo de lo que hoy se necesita para ser de verdad un coadyuvante de la seguridad pública”
¿Cómo calificaría la relación existente entre Aseva y los representantes de la seguridad pública? ¿Colaboran para reforzar la seguridad en el país?
Tenemos una relación muy fluida con las policías y las autoridades del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, con quienes participamos en una mesa de trabajo que reúne a varios actores de la industria y la sociedad civil para mejorar la seguridad en el país. De hecho, uno de los compromisos del Gobierno que valoramos enormemente es agilizar la discusión de la Ley de Seguridad Privada, que hace más de 10 años que está tramitándose en el parlamento con muy pocos avances.
Actualmente, ¿a través de qué normas se regula el sector de la seguridad privada en Chile?
La regulación actual es el resultado de una serie de decretos, sobre la base de un contexto en un momento determinado, que intentan mejorar aspectos normativos, requisitos y exigencias de la seguridad privada. Pero no va al fondo de lo que hoy se necesita para ser de verdad un coadyuvante de la seguridad pública.
Hoy Chile requiere un sistema más ágil, con procesos de formación y capacitación modernos, que respondan de manera más efectiva a los tiempos que se viven en el país, donde enfrentamos a grupos y bandas delictuales más violentas y dispuestas a todo para cometer su ilícito.
¿Qué acciones o iniciativas han impulsado desde Aseva para lograr que en Chile se apruebe una Ley de Seguridad Privada?
La asociación es parte de la mesa de trabajo conjunta con las autoridades de Gobierno para concretar medidas de seguridad que permitan ponerle freno a la crisis que afecta al país en esta materia. Valoramos que el presidente de la República, Gabriel Boric, se haya comprometido durante su campaña a agilizar la tramitación de la ley. Y la ministra del Interior, Carolina Tohá, hizo lo propio al entregar una serie de medidas que incluyen aportar indicaciones para mejorar el proyecto y acelerar su trámite.
En los tiempos actuales, se requieren más componentes que apoyen a la seguridad pública. Y en esa línea es muy necesaria una ley que recoja todo eso. La seguridad privada puede asumir alguno de los roles que hoy recaen en Carabineros y así aumentar su dotación en las calles. Con una demanda de seguridad cada vez mayor, hay que dar con una fórmula para entregarles más herramientas a los guardias de seguridad para que puedan asumir otros roles.
Por lo tanto, la aprobación de una Ley de Seguridad Privada facilitaría que las empresas del sector pudiesen prestar nuevos servicios…
Como comentaba, la seguridad privada está regulada por decretos. Por ello, se requiere con urgencia una ley acorde a los tiempos que vivimos y que regule nuestra actividad con mayor profundidad, defina responsabilidades y atribuciones y en qué situaciones pueden actuar los guardias y vigilantes sin que su tarea de prevención se tope con las de las policías, que son las encargadas, por ley, del orden público y la protección de la ciudadanía. Hoy la labor de los guardias es netamente disuasiva y los vigilantes pueden actuar en situaciones determinadas.
¿En Aseva están a favor del uso de pistolas eléctricas por parte de los vigilantes y guardias de seguridad privada?
Depende de las circunstancias específicas donde se desempeñe un guardia, el entorno y su certificación, hay que evaluar una serie de factores antes de dar ese paso. Por el lado de los vigilantes, si están preparados para usar un arma letal también deberían poder utilizar pistolas taser.
¿Desea añadir algo más a lo comentado en la entrevista y que considere de interés para los profesionales del sector de la seguridad privada?
Queremos reiterar la urgencia de contar cuanto antes con una modernización de la Ley de Seguridad Privada. Y, además, poder agilizar los procesos de capacitación y certificación de los guardias de seguridad y vigilantes privados ante la autoridad fiscalizadora OS10.