El origen de la Red de Laboratorios de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile se remonta a 1935. ¿Podría afirmarse que su primer laboratorio fue pionero en su especialidad en Latinoamérica?
Así es. En 1935 se creó el Departamento Criminológico, siendo el primer antecedente como laboratorio de criminalística. Sin embargo, en 1874, en la génesis de la Policía de Investigaciones (PDI), se incorporó el uso de fotografías para la identificación de personas de interés investigativo. Otro avance importante ocurrió en 1896, cuando se creó la sección de Seguridad, de carácter investigativo y civil, donde los agentes utilizaban la dactiloscopia de Vucetich como método de identificación.
Ya a comienzos del siglo XX se puso en práctica la planimetría para estudiar la escena del crimen, posicionando a Chile como uno de los países pioneros del continente en usar estas técnicas, incluyendo, además, la confección de una galería de sujetos indagados por diferentes delitos.
Con el paso del tiempo, los avances en derecho penal y criminología facilitaron que la policía científica fuese una opción de modelo profesional. Y también empezó a utilizarse el manual de criminalística Las investigaciones del delito, inédito en América Latina. Con todo ello comenzó el desarrollo de la criminalística como pilar fundamental para el investigador.
Desde 1935, ¿cómo ha evolucionado la criminalística en la PDI? A grandes rasgos, ¿qué avances se han producido, en materia de recursos o personal, de cara a desempeñar una labor más eficaz?
En 2008 se compró el primer microscopio electrónico de barrido (SEM, por sus siglas en inglés), un hito importante en la criminalística institucional. Por primera vez, en aquel año se consolidó en Latinoamérica el uso de tecnologías analíticas nucleares en el examen de evidencias.
En 2011, el Laboratorio de Criminalística Central (Lacrim Central) se certificó en la norma ISO 9001, lo que nos posicionó como el único laboratorio forense a nivel nacional. Y producto del traslado de dependencias en 2021, el Lacrim se encuentra ad portas de un nuevo proceso de certificación bajo dicha norma, para, posteriormente, someterse a la acreditación bajo las normas ISO 17025 de laboratorios que realizan ensayos, e ISO 17020, de equipos de inspección de escenas del crimen.
Continuando con la cronología, en 2013 se oficializó la creación de la sección de Microanálisis en concordancia con las actuales tendencias en el área forense, permitiendo obtener el máximo de información de evidencias sin alterarlas ni destruirlas. Ello se aplica al análisis de residuos originados por disparos de armas de fuego (GSR, por sus siglas en inglés), que es una técnica de certeza, así como a análisis de suelos o de trazas de explosivos, entre otros.
En 2015, reconociendo la importante labor que desempeñan, mediante una modificación de la Ley Orgánica de la PDI se incorporó el escalafón de los profesionales peritos, funcionarios institucionales dedicados íntegramente a las labores forenses.
En 2021 se puso en marcha el Plan Nacional de Operaciones Forenses, que consolida a la Red Nacional de Laboratorios de Criminalística como una unidad forense a nivel país con la finalidad de prestar todos los servicios periciales disponibles independientemente de que ciertas áreas no se encuentren en una determinada jurisdicción. Ello también nos ha permitido realizar una redistribución en la carga laboral, cuantificación y registro de todas las acciones enmarcadas en este plan, utilizando todos los medios institucionales disponibles tanto aéreos como terrestres.
Y derivado del desafío institucional de “potenciar la investigación profesional y especializada sustentada en evidencia criminalística” como un medio para concretar la promesa a la comunidad de “contribuir a resultados procesales exitosos mediante la investigación especializada”, –frases que se encuentran en el Plan Estratégico de Desarrollo Policial 2023-2028 diseñado e impulsado por nuestro director general, Sergio Muñoz Yáñez–, hoy la labor forense institucional de campo se encuentra en proceso de actualización a los más modernos estándares en lo que se refiere a la inspección y análisis de la escena del crimen. Lo cual, además, posicionará a la Red de Laboratorios de Criminalística de la PDI como referente de las ciencias forenses en Latinoamérica.
¿Por qué es tan importante la investigación criminalística? ¿Cómo contribuye la Red de Laboratorios de Criminalística a nivel nacional a esclarecer delitos y colaborar con los tribunales de justicia?
La investigación penal tiene que estar sustentada por evidencia científica, que, junto a la la evidencia testimonial, debe tener calidad para generar un alto grado de convencimiento a los magistrados en los tribunales. Durante este proceso se ha de acreditar la presencia de un individuo, su participación en el hecho, la intención del sujeto y/o la utilización de algún objeto en su comisión.
En este contexto, la generación de pruebas reviste un interés fundamental en aquellos delitos en los que se ha transgredido o puesto en peligro los bienes jurídicos fundamentales como la vida, la integridad física, la libertad, la propiedad privada, etc.
El aporte de la Red de Laboratorios de Criminalística de la PDI consiste, en un primer momento, en aportar con evidencia científica al proceso racional de toma de decisiones que guían la investigación policial, en base a los indicios recabados desde la escena del crimen.
Y en un segundo momento, aportar con valor probatorio en el tribunal, entregando elementos de juicio sustentados científicamente que permitan establecer los hechos, participaciones, intensiones y lo demás que se requiera para un proceso penal garante y con los más altos estándares de rigor científico en la prueba.
¿Podría compartir un ejemplo de algún suceso complejo que se resolvió gracias a la intervención de alguno de los laboratorios?
Nuestros laboratorios desarrollan un rol fundamental en la mayoría de las investigaciones derivadas de delitos complejos, crimen organizado y tráfico de drogas, otorgado por una reciente reforma a nuestra Ley Orgánica institucional en reconocimiento a la labor profesional demostrada a lo largo de los años.
Un aspecto a destacar, derivado de los análisis meticulosos y de alto rigor científico desarrollados por la Red de Laboratorios de Criminalística de la PDI, son las pericias realizadas por nuestra unidad forense central. Las mismas condujeron al esclarecimiento del homicidio de la menor Tamara Moya Almonacid, quien fue asesinada en 2021 por unos individuos que, al realizar un robo con intimidación en el interior del auto donde viajaba Tamara, su hermana y su madre, efectuaron un disparo que hirió a la niña.
El trabajo forense realizado en el sitio del suceso logró levantar evidencia balística (vainilla y proyectil) que fue periciada e ingresada a la base de datos del sistema IBIS, que no arrojó resultado en un primer momento. Meses después, en otro robo con intimidación, un sujeto fue abatido y en dicha investigación se incautó un arma de fuego, la cual fue analizada por nuestro laboratorio de criminalística. En esa oportunidad, al ser ingresada la prueba de funcionamiento a nuestro sistema IBIS, esta concordó con la evidencia del caso de Tamara y en otro caso de robo con intimidación ocurrido con anterioridad, lo cual fue corroborado por los peritos balísticos.
Estos peritajes permitieron llegar con elementos de juicio ante los tribunales, que culminaron en sentencias condenatorias. Es por esto que, en el plano social, nuestros laboratorios desarrollan un rol preponderante de asesoramiento técnico no sólo al mando institucional, sino también a todas las instituciones del sistema judicial.
Actualmente, ¿cuántas personas trabajan en la Red de Laboratorios de Criminalística de la PDI y cuáles son sus especialidades para apoyar las investigaciones policiales?
En la Red de Laboratorios de Criminalística se desempeñan en torno a 600 personas entre oficiales y agentes policiales, profesionales peritos y profesionales, técnicos y asistentes administrativos, constituyéndose como la unidad operativa más numerosa de la PDI. Lo anterior es el reflejo de la importancia que nuestro cuadro directivo le ha conferido al área forense de la investigación criminal.
Con respecto al trabajo al interior del laboratorio, participan hombres y mujeres que están divididos en 17 especialidades, conformadas fundamentalmente por profesionales peritos; un equipo humano destinado a la labor técnica y administrativa del flujo y de la custodia de las evidencias dotado de tecnología de radiofrecuencia para el almacenamiento y búsqueda de las mismas; una sección dedicada íntegramente a la inspección, análisis y levantamiento de indicios y evidencias desde la escena del crimen y sus ramificaciones; y una oficina de Investigación, Desarrollo e Innovación.
Las secciones que realizan el análisis de las evidencias levantadas desde los sitios de suceso corresponden a las siguientes: Balística, Bioquímica y Biología, Contabilidad, Dibujo y Planimetría, Ecología y Medioambiente, Microanálisis, Electroingeniería, Fotografía, Huellografía y Dactiloscopía, Infoingeniería, Investigaciones Documentales, Mecánica, Paisajismo y Urbanismo, Química y Física, Sonido y Audiovisuales, Custodia Transitoria de Evidencias para Peritajes y Recolectores de Evidencias.
Para finalizar, ¿cómo es la relación de la Red de Laboratorios de Criminalística con otros laboratorios de América Latina y del resto del mundo? ¿La colaboración entre laboratorios es esencial para esclarecer delitos?
La PDI ha definido el relacionamiento con otros organismos policiales del mundo como una acción estratégica para la consecución de nuestros objetivos. Así, por ejemplo, mediante la adjudicación de proyectos de cooperación regionales financiados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ha sido posible liderar y consolidar una red de cooperación de laboratorios forenses en el ámbito del análisis de residuos de disparos con policías y fiscalías de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Paraguay, Perú y República Dominicana.
Por su parte, la cooperación interinstitucional, materializada en instancias de discusión e innovación científica, resulta fundamental para abordar las nuevas formas de criminalidad que amenazan a la ciudadanía. En ese contexto, en diciembre de 2023, el Laboratorio de Criminalística Central organizó el Congreso Internacional de Ciencias Forenses, centrado en innovaciones conducentes al esclarecimiento de delitos violentos. Este evento científico, contó con la participación de importantes investigadores forenses de Latinoamérica, Estados Unidos y España procedentes tanto de entidades gubernamentales implicadas en el quehacer de la justicia como del mundo académico.
