Ricardo Escobedo, Corporate Security Regional Manager México y Centro América en Delta Air Lines, se ha convertido en un profesional de consulta para Segurilatam en cuestiones relacionadas con la seguridad de la aviación civil. En 2021, este profesional publicó el artículo Protocolos de bioseguridad en las aerolíneas, en el que se ocupaba de algunas de las medidas implementadas en su compañía para prevenir contagios de COVID-19. Un año después, Escobedo comparte sus impresiones sobre la actualidad del sector.
Antes de que fuese declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ¿en la agenda de riesgos de Delta Air Lines estaba contemplada una pandemia?
En Delta Air Lines Inc., el área de Seguridad está compuesta por diferentes departamentos, siendo el de Seguridad Ocupacional uno de ellos y en donde, seguramente, ya existían algunos protocolos al respecto. Pero los mismos se fueron fortaleciendo y afinando conforme a la evolución de la pandemia hasta conformar un área exclusiva para su atención.
¿Incorporar los protocolos de bioseguridad a la operativa diaria y prestarle una mayor atención a la seguridad sanitaria han sido algunas de las principales lecciones aprendidas de la pandemia para el sector de la aviación civil, en general, y las compañías aéreas, en particular?
Sin duda, una de las lecciones duras de esta crisis y su gestión ha sido el énfasis a los protocolos de bioseguridad, así como el posicionamiento en la mente del público de los mensajes de limpieza e higiene en los espacios de la aerolínea, al igual que la sostenibilidad de los mismos a través de proveedores críticos y alianzas estratégicas.
En el supuesto de superar la crisis sanitaria, ¿cree que las medidas de seguridad impuestas por la pandemia continuarán vigentes en el sector de la aviación civil? ¿O será posible algún tipo de relajación?
Algunas corporaciones han decidido dejar de manera permanente este tipo de medidas, mientras que otras han venido disminuyendo su presencia. Esto obedece a cada modelo de negocio y a la salud financiera de las empresas.
A grandes rasgos, ¿cuáles cree Ricardo Escobedo que serán los grandes retos que deberán enfrentar los profesionales de seguridad de las compañías aéreas a medio y largo?
La adaptabilidad para dar respuesta a los nuevos retos, la resiliencia y cultura corporativa, así como la capacidad instalada para hacerle frente son, en definitiva, componentes claves para el proceso de gestión. La falta de personal, la evolución de las amenazas, ya sean de bioseguridad o de seguridad de la aviación civil, aunado al contexto geopolítico, representan retos constantes para todas las corporaciones que exigen un estudio ad hoc y detallado de los esquemas de mitigación bajo una óptica preventiva.
Según Fortune, Delta Air Lines ocupa el puesto número 18 entre las empresas más admiradas del mundo. Y la encuesta de Skytrax señala que es la primera aerolínea de Norteamérica. ¿Qué porcentaje de esos reconocimientos, entre otros muchos, corresponde a los profesionales de seguridad que trabajan para la aerolínea?
Es difícil medir en porcentajes los logros colectivos. De manera muy general, se puede decir que esta enorme maquinaria conformada por profesionales, aeronaves, instalaciones, procesos y procedimientos, en su conjunto, enfocan sus esfuerzos para que sus clientes tengan una experiencia placentera y segura mientras utilizan los servicios de la aerolínea. Dicho lo anterior, la seguridad forma un componente importante en el modelo de negocio.