¿En cuántos estados está presente Flex en México? ¿Qué líneas de negocio abarca la compañía y cuántas personas trabajan para la empresa en el país?
Flex se encuentra en siete localidades mexicanas, contando con nueve plantas y más de 50.000 empleados en México. Nuestro negocio se basa en la maquila de productos electrónicos, médicos, de consumo, metalmecánicos, automotriz, industriales y de comunicaciones y servicios de nube.
¿Con qué recursos personales y materiales cuenta el área de Seguridad? ¿Cuáles son los principales activos que debe proteger el departamento?
El área de Seguridad dispone de 27 empleados propios y más de 700 guardias en los sites. Nuestro departamento es responsable de la seguridad física, la protección de la marca Flex y los clientes, el manejo de crisis y resiliencia y de la seguridad de los empleados, los visitantes y los contratistas.
Usted atesora más de 25 años de experiencia en el ámbito de la seguridad y ha trabajado para empresas relacionadas con productos electrónicos de consumo, soluciones de cadena de suministro, fabricación y diseño, producción de automóviles, salud… Ahora, ¿qué supone para usted trabajar en Flex? ¿Qué le ha aportado a la compañía en los últimos ocho años?
Para mí, Flex es un reto diferente todos los días. En la industria de maquiladoras, cada cliente y operación necesita un traje a la medida. Desde que llegué a Flex hemos dado forma a un área de Seguridad sólida que agrega valor al negocio, que tiene una silla en la mesa de toma de decisiones y que se ha convertido en un asesor confiable para las operaciones de la compañía en México.
Hoy en día, no sólo somos un departamento que gestiona guardias, cámaras y controles de acceso. Somos una parte fundamental en la cadena de suministro y hemos generado soluciones para disminuir los ajustes negativos en los análisis financieros por motivos de seguridad. Y durante la pandemia de COVID-19 generamos un plan de resiliencia que actualmente aprovechamos para continuar sesionando los comités de crisis para riesgos emergentes. La experiencia en el ámbito de la seguridad me ha permitido identificar riesgos similares rápidamente e implementar acciones preventivas y correctivas, sabiendo, por supuesto, que no siempre se puede reaplicar de forma idéntica.
¿Cuáles son los principales retos que plantea Flex en materia de logística? ¿A qué posibles riesgos se enfrenta su departamento? ¿Le preocupa algún tipo de amenaza en especial?
El principal reto logístico son los riesgos relacionados con la alta demanda del nearshoring: falta de choferes, almacenes externos, su capacidad y controles, nuevas rutas, nuevas regulaciones, análisis de impacto de eventos provocados socialmente o por delincuencia organizada… Este reacomodamiento de destinos, horarios y demandas es el principal reto.
¿Qué medidas y estrategias ha implementado para prevenir los riesgos o minimizar su impacto tanto en los almacenes como en los transportes de mercancía?
Contamos con un mapeo de riesgos totalmente distinto y nos apoyamos en tecnología con infografía de mapas de calor, demográficos, y diferentes fuentes de alimentación. Eso nos ayuda en la toma de decisiones a la hora de ir implementando acciones en tiempo real que modifiquen nuestros controles de acuerdo con lo que está pasando en el país.
¿Qué papel desempeñan los guardias, las empresas y los proveedores de seguridad en la protección de los activos de Flex relacionados con la logística?
Los guardias de seguridad se han profesionalizado para entender los riesgos en las instalaciones de Flex con la misma visión que nosotros. Se les ha proporcionado herramientas como tablets y aplicaciones que se han desarrollado internamente para controlar las instalaciones, cuidar a los empleados y proteger el material de alto riesgo. Y adicional a ello disponemos de un Centro de Operaciones de Seguridad Regional (RSOC, por sus siglas en inglés) para administrar toda la actividad operacional.
Para finalizar, ¿cuáles cree que serán los grandes desafíos para los ejecutivos de Seguridad Corporativa a medio y largo plazo? ¿El cambio climático será uno de ellos? ¿Este último podría tener un impacto negativo en las operaciones de logística?
Los grandes desafíos para cualquier ejecutivo de seguridad son una buena gestión de riesgos y su profesionalización. Es decir, las certificaciones que ha obtenido avalan sus recomendaciones y permiten alcanzar o mantenerse en un nivel directivo dentro de los ejecutivos que toman decisiones para asegurar un ambiente seguro de trabajo, incluyendo la evaluación de riesgos como el cambio climático.
Un ejecutivo de seguridad debe tener esa sensibilidad para identificar riesgos como falta de agua para nuevas instalaciones en algunos estados mexicanos, las tendencias de temperatura en algunas ciudades, inundaciones, tormentas, etc., que, sin duda, han de ser incluidos en los análisis. Y también ha de considerar las regulaciones de energías renovables, los límites de capacidades de energía por estados o ciudades, las plantas de cogeneración, los retos de la huella de carbono o las emisiones a la atmósfera.
