Desde su experiencia, ¿cómo ha evolucionado la participación de la mujer en el sector de la seguridad privada en Colombia en los últimos años?
En los últimos años, la participación de la mujer en el sector de la seguridad privada en Colombia ha crecido de manera significativa. Históricamente, este ha sido un ámbito predominantemente masculino, pero hoy vemos una mayor presencia femenina en distintos roles, desde operativos hasta estratégicos. Factores como el avance de las políticas de equidad de género, el reconocimiento de las habilidades diferenciadoras que aportan las mujeres y la profesionalización del sector han sido determinantes en este cambio.
Además, las empresas de seguridad privada en Colombia han implementado políticas de inclusión y programas de capacitación que han facilitado la inserción de mujeres en áreas como vigilancia, escolta, supervisión e incluso en cargos directivos. La adaptabilidad, la capacidad de negociación y el enfoque en la gestión de riesgos con una perspectiva integral han sido cualidades valoradas en la mujer dentro de este sector.
¿Cuáles considera que son los principales retos y oportunidades para las mujeres que desean desarrollarse profesionalmente en este sector?
Uno de los principales retos que enfrentan las mujeres en el sector de la seguridad privada en Colombia es el acceso a oportunidades en posiciones de liderazgo y operativas de alta exigencia. Aún persisten estereotipos sobre los roles que pueden desempeñar, lo que limita su presencia en áreas tradicionalmente ocupadas por hombres, como la seguridad armada o la protección de altos ejecutivos.
Según datos de la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia), del total de 351.182 operativos en el sector a nivel nacional, sólo el 17,35% corresponde a mujeres. En la región Caribe, este porcentaje es aún menor, con un 8,78%, lo que evidencia un gran reto para la equidad de género en el sector. Esta baja representación resalta la necesidad de impulsar estrategias que fomenten una mayor inclusión y participación femenina.
Otro desafío importante es la conciliación entre la vida laboral y personal, dado que muchos cargos en seguridad privada requieren horarios extendidos y disponibilidad 24/7. La creación de entornos laborales más flexibles y con políticas de bienestar es clave para facilitar la permanencia y el crecimiento de las mujeres en la industria.
No obstante, también existen oportunidades significativas. La creciente demanda de personal capacitado en gestión de riesgos, ciberseguridad y análisis de seguridad abre nuevos espacios para el liderazgo femenino. Además, el enfoque en la atención al cliente y la inteligencia emocional, habilidades en las que muchas mujeres destacan, les permite sobresalir en áreas como seguridad corporativa y manejo de crisis.
¿Ha percibido cambios en la percepción y valoración del trabajo femenino dentro de la seguridad privada? ¿Qué factores han influido en estos cambios?
Sí, en los últimos años ha habido un cambio positivo en la percepción y valoración del trabajo femenino en la seguridad privada en Colombia. Cada vez más empresas reconocen que la diversidad de género en sus equipos fortalece la operación y mejora la gestión del riesgo. Si bien los números oficiales de participación de la mujer evidencian que aún hay un largo camino por recorrer, también reflejan una mayor apertura del sector hacia la participación femenina.
Entre los factores que han impulsado este cambio cabe destacar la formación especializada y la certificación en áreas como gestión de riesgos y seguridad corporativa, pues han permitido a más mujeres acceder a puestos clave. También la presencia de mujeres en cargos de liderazgo dentro del sector ha servido como inspiración y ha demostrado que su aporte es valioso. Y las empresas están comprendiendo que la diversidad de género contribuye a un mejor desempeño operativo y estratégico.
Aunque estos avances son significativos, el desafío continúa, especialmente en regiones como Caribe, donde la participación femenina es aún menor. La consolidación de estos cambios dependerá del compromiso del sector en seguir impulsando oportunidades equitativas para las mujeres.
¿Qué iniciativas o programas existen en su asociación para promover la equidad de género y el liderazgo femenino en la seguridad privada en Colombia?
Si bien en ASOSEC no contamos con un programa específico para promover la equidad de género y el liderazgo femenino en la seguridad privada en Colombia, hemos desarrollado diversas iniciativas que contribuyen a este objetivo. Un ejemplo de ello es la inclusión de mujeres en nuestros programas de proyección social, enfocados en la inclusión laboral de víctimas y población vulnerable en el departamento del Atlántico. A través de estos programas, brindamos formación y oportunidades de empleabilidad para que también las mujeres puedan integrarse al sector de la seguridad privada.
Asimismo, hemos trabajado en la visibilidad y el reconocimiento del rol de la mujer en la vigilancia y seguridad. En nuestras condecoraciones anuales al personal operativo, hemos otorgado distinciones a mujeres, representando el 30% de los homenajeados en una categoría específica. También hemos generado contenido y noticias resaltando su impacto en la industria.
En términos de liderazgo, dentro de la junta directiva de ASOSEC, de los cinco miembros principales, dos son mujeres. Y en la dirección ejecutiva de la asociación contamos con una mujer al frente, decisión alineada con la planeación estratégica en cabeza de la junta directiva. Si bien aún hay camino por recorrer, en ASOSEC estamos comprometidos con la equidad de género y seguiremos fortaleciendo acciones que permitan impulsar el liderazgo femenino en el sector.
¿Qué acciones considera clave para seguir avanzando hacia una mayor inclusión y reconocimiento de la mujer en la seguridad privada?
Para continuar avanzando en la inclusión y el reconocimiento de la mujer en la seguridad privada en Colombia es fundamental implementar acciones concretas que fomenten su participación y desarrollo en el sector.
Los datos actuales evidencian un desafío significativo en la equidad de género, especialmente en la región Caribe, donde la representación femenina es notablemente baja. A pesar de que el sector ha evolucionado, la presencia de mujeres sigue siendo minoritaria en comparación con el total del personal operativo, lo que refuerza la necesidad de estrategias dirigidas a su inclusión y crecimiento.
Algunas de las acciones clave para revertir esta situación incluye garantizar la igualdad de oportunidades en ascensos y desarrollo profesional, asegurando que las mujeres tengan acceso a los mismos espacios de crecimiento. Fomentar la formación en habilidades técnicas y de liderazgo, permitiendo que más mujeres accedan a puestos estratégicos dentro de las organizaciones. Y romper estereotipos sobre los cargos que pueden desempeñar las mujeres y ampliar su presencia en áreas tradicionalmente ocupadas por hombres.
De igual manera, es importante facilitar el crecimiento profesional de las mujeres mediante espacios de orientación y acompañamiento en su desarrollo laboral, así como implementar programas dentro de las organizaciones para reducir sesgos inconscientes y promover un entorno de trabajo más inclusivo.
El compromiso del sector en fortalecer estas iniciativas será clave para cerrar la brecha de género y potenciar el talento femenino en la seguridad privada.
Para finalizar, en el marco del Día Internacional de la Mujer, ¿qué mensaje le gustaría compartir con las mujeres que trabajan en el sector y aquellas que aspiran a formar parte de él?
En este Día Internacional de la Mujer, queremos reconocer y valorar el esfuerzo, la dedicación y el profesionalismo de cada mujer que hace parte del sector de la seguridad privada en Colombia. Su labor es fundamental para la construcción de entornos más seguros y resilientes.
A las mujeres que ya forman parte de este sector, las invitamos a seguir creciendo, a desafiar los límites y a demostrar que la seguridad privada es un espacio donde su talento, inteligencia y determinación pueden marcar la diferencia.
Y a aquellas que aspiran a ingresar a este campo, les decimos que hay oportunidades y un camino por recorrer. La seguridad privada está evolucionando y su presencia es clave para ese cambio. Con preparación, perseverancia y trabajo en equipo podemos seguir construyendo un sector más inclusivo, equitativo y con nuevas oportunidades para todas.