SEGURILATAM 008
46 Segundo cuatrimestre 2018 artículo técnico Retail y Centros Logísticos M uchos son los sectores en los que la seguridad es algo primordial. Un ejemplo es el transporte. Alrededor del 55% de los productos que se comercializan en Mé- xico se mueve a través del autotrans- porte según datos de las comisiones de Transportes y de Competitividad y Se- guridad del Autotransporte de Carga, porcentaje que posiciona al país en el sexto lugar en transportación de tone- ladas de mercancía de las 35 naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Por su parte, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) se- ñala que en 2015 más de 800.000 vehí- culos de autotransporte trasladaron en torno a 520.000 toneladas de mercancía a lo largo y ancho de la República Mexi- cana. Y junto a estos incrementos, tam- bién conviene destacar que el robo al transporte de carga aumentó un 50% en los últimos meses de 2017. Modelo integral Si bien el desarrollo del mercado exige una mayor eficiencia y calidad, la inse- guridad tiene un impacto directo e in- directo en la economía. Incide en el cre- cimiento, la desigualdad, la pobreza y la competencia, entre otros aspectos, y su costo financiero puede llegar al 10% del PIB según el Centro de Estudios Econó- micos del Sector Privado (CEESP). Ofrecer cada día más calidad y ser- vicio a los clientes es la principal pre- ocupación de todos los profesionales que intervienen en la cadena de trans- porte. Especialmente en el área de la seguridad: desde el fabricante de sis- temas de seguridad o los proveedores de seguridad hasta el transportista que realiza la entrega. Esa necesidad de garantizar la segu- ridad de las mercancías, y el transporte de las mismas, obliga a cada una de las partes implicadas a incorporar proce- dimientos de calidad en todos los pro- cesos de prestación de servicios de se- guridad, así a como mejorar los conoci- mientos de los mismos para poder ser más competitivos, eficientes y eficaces. En la actualidad vemos que muchas empresas han apuntado a la implemen- tación de sistemas electrónicos de se- guridad como el GPS, la videovigilancia móvil, los sensores en las puertas, etc. Pero los sistemas aislados no garantizan un modelo eficiente de seguridad, por lo que debemos pensar en implemen- tar e integrar equipos, procedimientos y recursos humanos adecuados para con- seguir un sistema integral de seguridad. Si implementamos un modelo de se- guridad integral que proporcione tran- quilidad y garantice un margen ade- cuado de equilibrio de la operación, entonces debemos invertir un 80% en prevención, un 15% en disuasión y un 5% en reacción. De esta forma, conse- guiríamos los siguientes beneficios: Desarrollar conocimientos: identificar/ entender las amenazas, evaluar las vul- nerabilidades y determinar los posi- bles impactos y consecuencias. Privilegiar la prevención: detectar, di- suadir y mitigar las amenazas. Mejorar la protección de las perso- nas, las infraestructuras críticas y la propiedad. Gestionar y coordinar alertas y proto- colos de seguridad de emergencias. Fortalecer la recuperación: gestionar los medios para restaurar las operaciones tras un acto delictivo u otra emergencia. Aprender de las situaciones. En materia de equipos, el mercado ofrece muchas opciones. Uno de los más usados es el sistema de localización, pero debemos tomar algunas consideracio- nes: cobertura a nivel nacional, comuni- Lizett Almazán CEO de Corporativo Almaba Seguridad en el transporte
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