Segurilatam 010

88 Primer cuatrimestre 2018 Producto artículo técnico L a computación de niebla, tam- bién conocida como redes en la niebla o niebla, es una infraes- tructura de computación descentrali- zada en la que los datos, el cómputo, el almacenamiento y las aplicaciones están distribuidos en el lugar más lógico y efi- ciente entre la fuente de datos y la nube. Las aplicaciones de computación de nie- bla populares incluyen red inteligente, ciudad inteligente, edificios inteligentes, redes de vehículos y redes definidas por software . Nuevo escenario A finales de los años 80 del si- glo pasado, la tecnología dio un paso adelante con la invención de la programación orientada a objetos. Eso permitió que los conceptos empezaran a fluir: la inteligencia artificial, la progra- mación conceptual, la aparición de redes globales, la interconectividad, la compu- tación en la nube y tantos otros elemen- tos tecnológicos que nos son más o me- nos familiares y que, sin percibirlos, utili- zamos en nuestros dispositivos. Pero en el caso que nos atañe, la nie- bla o, mejor dicho, la computación en la niebla, es un concepto que está des- tinado a revolucionar la seguridad. Ese nuevo estado de las cosas lo forman má- quinas, que son capaces de procesar in- formación de forma autónoma y, por ende, de tomar decisiones y compor- tarse inteligentemente sin necesidad de estar conectadas a un ordenador cen- tral para que las dirija, aunque disponen de acceso a todas las redes al igual que cualquier otro dispositivo. Son los conocidos robots, como la as- piradora autónoma, la domótica y, evi- dentemente, los nuevos dispositivos de seguridad. Cámaras que procesan imá- genes, sistemas de bloqueo que leen matrículas y, sobre todo, dispositivos que, además, son capaces de despla- zarse autónomamente; especialmente por el aire, como los drones inteligentes. Plataforma RPAS El dotar a una plataforma de vuelo RPAS (sistema de aeronave pilotada remota- mente) de suficiente capacidad de pro- ceso la convierte en un sistema capaz de tomar decisiones. Y en seguridad, ade- más, facilita tener un punto de vista pri- vilegiado para detectar cualquier ele- mento de intrusión, realizar rondas, com- probar alarmas de fuego, gases… Y también es capaz de alinearse con el negocio, realizando, por ejemplo, ta- reas de inspección industrial, ayudas a la protección de riesgos laborales, re- cibir y enviar información simultánea- mente a varias fuentes, etc. Es decir, ser en sí una red de ordenadores que se desplaza en el aire. Si a ese concepto le añadimos la auto- suficiencia, el que pueda cargar su ener- gía de forma autónoma y percibir da- tos de su entorno para conocer sus pro- pios riesgos, convertimos un concepto IoT (Internet de las Cosas) en una herra- mienta de primer orden para el uso en sistemas de seguridad, ganando en efi- ciencia y, sobre todo, pudiendo abarcar proyectos que hasta ahora no eran posi- bles por coste o tecnología. Primera avanzada Si nos situamos en un plano práctico, a nivel de comunicaciones, este tipo de equipos pueden integrarse de forma bi- direccional con sistemas integrados de alarma, o CRA, obteniendo información del resto de sensores, de las posiciones y movimientos de los agentes de seguri- dad y de otros datos propios, pudiendo trazar planes de seguridad en cada circunstancia y con toda la información. El disponer de este sistema crea un nuevo nivel en la concepción de los sistemas de seguridad. Es, a la postre, la primera avanzada de sistemas realmente integrados, roboti- zados y capaces de interactuar con el medio directamente. Aunque esta tecnología tiene ventajas evidentes, lo que será evidente también es que los integradores, instaladores, di- rectores de Seguridad y demás elemen- tos de la cadena deberán prepararse a conciencia en este nuevo concepto para definir sistemas y operaciones más efica- ces, productivas y alineadas con el nego- cio, antes de que la niebla nos supere. Aiprox es un fabricante español que, consciente de este cambio, ha desarro- llado un dron o RPAS totalmente autó- nomo o robotizado capaz de hacer mi- siones de seguridad y defensa. Y, a la vez, equipado con los dispositivos necesarios para poder realizar misiones de manteni- miento industrial (detección de óxido en estructuras, sobrecalentamiento, vertido de fluidos en el mar, inspección de aero- generadores y un sinfín de necesidades) que lo convierten en un empleado más de la organización. Joan Pérez Country Manager de Casmar en Chile La seguridad en la niebla

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