Segurilatam 011
86 Segundo cuatrimestre 2019 Producto artículo técnico P robablemente, quienes estén acostumbrados a viajar por el mundo habrán notado que, aunque haya relojes digitales disponi- bles en el mercado, algunas aplicacio- nes continúan o vuelven a usar relojes analógicos. Por ejemplo, estos últimos se emplean en fachadas, estaciones de metro y tren, aeropuertos, etc. Y ello tiene una razón específica. Tiempo es movimiento Incluso para los que no entienden o no han tenido la oportunidad de estudiar las leyes de la física cuántica o la teoría de la relatividad, es fácil darse cuenta de que nuestra percepción del tiempo está directamente relacionada con la veloci- dad y el movimiento. Cuanto más rápido nos desplazamos, más lento nos parece el tiempo. Por otro lado, cuantas más co- sas queremos hacer dentro del mismo espacio de tiempo, más nos da la sensa- ción de que el tiempo es corto. Todo su- cede muy rápido. Y ello es así por nues- tra percepción del movimiento. En la medición de la hora no es di- ferente. Cuando miramos un reloj ana- lógico con punteros de horas, minutos y segundos moviéndose de forma cí- clica y constante, relacionamos el movi- miento de los punteros con el tiempo y lo que podemos llegar a realizar dentro de ese espacio de tiempo. Para experimentar este fenómeno, se debe probar, por ejemplo, a visua- lizar un reloj analógico a las 10:08 sa- biendo que tenemos un evento a las 10:15. Cuando visualizamos esta confi- guración de los punteros podemos ver instantáneamente el tiempo restante (en verde) antes del horario de las 10:15. Eso pasa naturalmente, sin necesidad de tener que calcular. Sin embargo, si tenemos un panel di- gital con cuatro dígitos, para percibir la hora es preciso calcular el tiempo res- tante hasta el evento, algo que requiere un proceso mental diferente. Leemos “10:08” y luego hacemos un breve cál- culo mental para llegar a la conclusión de que faltan siete minutos para subir- nos al tren de las 10:15. Sólo se tarda un instante, pero es un cálculo que hay que repetir. En lugar de calcular repe- tidamente “tiempo restante hasta el evento”, es más eficiente y cómodo ver la hora de forma analógica. Otra ventaja de los relojes analógi- cos es la distancia de lectura. Todavía se puede conocer la hora sin necesidad de leer las cifras del reloj analógico. En un reloj digital se pierde la hora cuando se deja de ver correctamente el dígito. En definitiva, se deberían utilizar re- lojes digitales en los únicos casos de necesitar apuntar la hora (un control de accesos, un nacimiento, una ope- ración bancaria, etc.). Pero en los casos más usuales, el reloj analógico sigue siendo más práctico. La utilización de los relojes digitales se ha desarrollado por la influencia de los soportes mo- dernos (telefonía, panel táctil…). Pero muchos se dan cuenta del error y re- gresan al reloj analógico cuando de lo Reto Moser Director de Marketing y Comunicación de Mobatime Los relojes analógicos vuelven a surgir en espacios públicos Los relojes analógicos facilitan calcular el tiempo que falta para un evento –la salida de un tren o un avión, la celebración de una reunión en la oficina, el comienzo de un partido de fútbol…–. Actualmente, gracias al desarrollo tecnológico, es posible incluirlos en modernos paneles de ‘leds’. Comparativa visual de cálculo de tiempo entre un reloj digital y uno analógico. Una ventaja de los relojes analógicos es la distancia de lectura. Todavía se puede conocer la hora sin necesidad de leer las cifras
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MzA3NDY=