Segurilatam 013
83 artículo técnico Seguridad Aeroportuaria Primer cuatrimestre 2020 hay aerolíneas que los usan para ins- pección de empenajes de grandes ae- ronaves como los Airbus A380. Y tam- bién se utilizan en algunos aeropuertos para llevar a cabo inspecciones perime- trales de riesgo. ¡Incluso una empresa especializada en ART puede emplearlos para ahuyentar aves! Las aplicaciones son muchas. Y cada vez son más los ae- ropuertos que planean la adopción de estos aparatos. Con algunas variaciones en la me- dida, en todo el mundo hay una prohi- bición de vuelo para drones y ART al- rededor de aeropuertos: desde cinco hasta 12 kilómetros de radio en algu- nos casos. Si se cumple, ello garan- tiza la seguridad en los aterrizajes y los despegues. El reto de las autoridades está en dar a conocer la norma y ase- gurar su cumplimiento, especialmente entre aficionados. Medidas antidrones Para lograrlo, viene creciendo una in- dustria paralela dedicada a detectar, identificar e inhibir un dron en una zona no autorizada. ¡Son los antidrones! Em- presas como Frequentis se aproximan al problema desde el lado aeronáutico. Otras, como JCI o Bosch, parten de sus soluciones de integración de edificios para incorporar esta capacidad. El prin- cipal problema a resolver en este esce- nario es garantizar que no se presente interferencia alguna con los sistemas de comunicación aeronáutica. Para la detección están las solucio- nes activas, basadas en radar, y las pa- sivas, que se basan en escucha de ra- diofrecuencia (RF), detección de audio o vídeo. Para el radar, el problema está en captar y diferenciar objetos muy pequeños y que están cerca de la su- perficie. Pero su ventaja es que puede indicar la ubicación y distancia. La es- cucha de RF busca la señal del canal de control del dron dando la mayor participación, pues la señal viaja desde el encendido. Pero requiere una confi- guración más compleja para indicar di- rección y distancia. Para la identificación, los fabricantes de estas soluciones deben construir una base de datos con las frecuencias, los protocolos y las demás característi- cas para cada marca y modelo de dron. Acá puede estar el elemento más va- lioso y diferencial de una solución de este tipo. Empresas como Axis usan ví- deo de largo alcance y alta resolución que busca en la zona indicada por la de- tección para una identificación visual. En la inhibición, algunos trabajan in- terfiriendo el canal de control. Otros ha- cen lo propio sobre la señal de GPS, en cuyo caso la mayoría de drones entra- ría en modo failover y ejecutaría un re- greso al punto de partida como medida por defecto. Algunas compañías prego- nan que pueden tomar el control de un dron no autorizado, lo cual es técnica- mente viable pero difícilmente aplica- ble a la multitud de modelos existentes en el mercado. En este escenario aún queda por resolver un tema jurídico, pues en muchos países interferir la se- ñal de GPS puede tener consecuencias legales adversas. Objetivo: seguridad Por lo pronto, son pocos los aeropuer- tos que han tomado la iniciativa y adop- tado medidas antidrones. Entre ellos se encuentran los de Heathrow (Londres) o Los Ángeles. Sin embargo, queda por resolver el problema de la intensión. Un dron aficionado sin control entrando en un espacio aéreo segregado o un dron con una intensión terrorista o afín. En EEUU, el Part 107 de la Adminis- tración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) obliga a todo po- seedor de un dron a hacer un regis- tro individual en una página web y un curso online de conocimientos míni- mos, la mejor medida para prevenir ac- cidentes. De otro lado está la autori- zación de baja altitud y capacidad de notificación (LAANC, por sus siglas en inglés) para vuelos de ART en las cer- canías o incluso dentro de las zonas de exclusión alrededor de un aeropuerto. También es un proceso online . Ambos casos buscan dar seguridad en situa- ciones con intensión dañina. Otro concepto que captó la atención en la última edición de la feria Auvsi Xponential de Chicago fueron los dis- positivos GPS de localización para ser integrados en los drones, tal y como se hace para el seguimiento de flotas te- rrestres. Este concepto anuncia el papel pro- tagónico que tendrán las redes 5G en el negocio de drones y ART. Y anuncia un futuro negocio interesante para los operadores de redes móviles, ya que facilitan reportar toda la actividad a un controlador de tráfico aéreo para que este tenga un escenario completo bajo su vista. Y también permiten a un ope- rador volar su aparato desde la distan- cia y no desde las inmediaciones. Solu- ciones como las de Cape ya están en el mercado.
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