Segurilatam 015

26 Tercer cuatrimestre 2020 artículo técnico Infraestructuras críticas L o dijeron la Organización Mun- dial de la Salud (OMS), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el Centro Nacional de Protección de In- fraestructuras Críticas (CNPIC) y otros tantos organismos. Al inicio de la pan- demia lo visualizamos en la Comisión de Seguridad de la Cámara Española de Co- mercio. Y tal cual, se ha ido cumpliendo: fraudes, ciberataques y sus correspon- dientes lavados de dinero aumentarían. Esto obedece a varias razones. En pri- mer lugar, a una dinámica de nuevas oportunidades delictivas, que en parte logra desplazar delitos presenciales ha- cia delitos digitales o delitos más fáci- les de cometer en las actuales circuns- tancias. Pongamos, por ejemplo, el tráfico de estupefacientes. Por un lado, las res- tricciones a la movilidad y el comer- cio, o los cierres fronterizos, afectan a su oferta. Por otro, el consumidor se puede mover menos y se celebran me- nos fiestas, así que la demanda también se ve afectada. Organizaciones crimi- nales con ingresos mermados, pero es- tructuras fuertes, pueden migrar más fácilmente hacia otros modelos de ne- gocio en los que, además, se sabe que ya estaban incursionando. Es probable que estas organizaciones exploren nuevos canales como los re- motos. La empresa criminal ha buscado alternativas de modo análogo a las em- presas que en todo el mundo, ante el shock de demanda, han encontrado en el comercio electrónico y otros ne- gocios digitales una buena alternativa para mantener o incrementar ingresos. En este caso, mayor uso de plataformas de venta online para el comercio de sus- tancias ilegales y negocios en el sector de los referidos ciberataques y fraudes. Delitos, estos últimos, en los que nos centraremos. Delitos ‘menores’ Para el caso de delitos que requieren un menor nivel de organización, como, por ejemplo, el asalto a transeúntes, que ofrece ahora menos oportunidades por obvias razones, las alternativas quizá sean menos. Ello considerando el perfil de quien lo comete y, además, que las alternativas legales –empleos– son me- nos viables que antes debido a la con- tracción económica que se sufre a ni- vel mundial. Quizá la extorsión telefónica, fraude al fin y al cabo, sea una alternativa para algunos delincuentes de este tipo. Esta extorsión es sencilla de cometer y muy adaptable a nuevas circunstancias. Y así, en las empresas hemos visto elevarse el número de llamadas, por ejemplo, de falsos inspectores sanitarios que em- plean su cuasi elocuencia para lograr transferencias de dinero a cambio de kits sanitarios inexistentes. En estos ca- sos, gracias a las campañas internas y a David Romero Criminólogo Director de Inteligencia y Seguridad de Banco Sabadell México Presidente de la Comisión de Seguridad de la Cámara Española de Comercio Pandemia, delito, oportunidad y usurpación de identidad

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