Segurilatam 019
/ Tercer cuatrimestre 2021 82 artículo técnico Infraestructuras críticas Hay situaciones que los hombres apre- cian con su instinto, pero no pueden comentar con su inteligencia . Alejandro Dumas. H ace veinte años, el mun- do libre se conmocionó por la magnitud del peor atentado terrorista de la historia. Esta brutal sacudida no solo se produjo como consecuencia de la gravedad del ataque y sus resultados en vidas, daños y efectos sobre la eco- nomía. Esta agresión inyectaba en la opinión pública serias dudas sobre la debilidad de las políticas de seguridad nacional y las medidas de seguridad en instalaciones e infraestructuras y, entre otras consecuencias, la vulnera- bilidad de la vida de sus ocupantes. El atentado provocó un profundo cuestio- namiento sobre los sistemas de protec- ción y, especialmente, sobre los méto- dos de prevención e inteligencia en la identificación de amenazas. Balance del 11-S El 11 de septiembre de 2001, 19 terro- ristas de Al Qaeda secuestraban cuatro aviones comerciales. Dos de ellos fue- ron estrellados contra las Torres Geme- las del World Trade Center en Nueva York, un tercero contra el Pentágono, cerca de Washington DC, y el cuarto avión apuntaba posiblemente contra el Capitolio, sede del Congreso, o la Casa Blanca. Pero, tras la heroica intervención de sus pasajeros, se estrelló en una zona rural de Shanksville, en Pensilvania. Murieron 2.992 personas y 25.000 resultaron heridas. 246 fallecidos en los cuatro aparatos estrellados (nin- guno de los ocupantes de los aviones secuestrados sobrevivió), 2.602 en Nueva York –muertos tanto dentro de las Torres Gemelas como en la base de las mismas– y 125 perdieron la vida dentro del edificio del Pentágono. En- tre las víctimas se contaban 343 bom- beros del Departamento de Bomberos de Nueva York, 23 policías del Depar- tamento de Policía de la ciudad y 37 policías de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. Los aten- tados terroristas perpetrados contra el complejo del World Trade Center y el Pentágono dejaron daños en infraes- tructura calculados en unos 60.000 millones de dólares. Solo en el primer mes después del ataque, las pérdidas en general para la economía sumaron 123.000 millones. Las ayudas económicas a las aerolíneas fueron calculadas en 15.000 millones de dólares y el Congreso aprobó un paque- te de emergencia por 40.000 millones de dólares. Se estima que hubo 66.693 reclama- ciones de indemnizaciones por parte de los familiares de las víctimas, de las cua- les 41.154 fueron resueltas a favor de los solicitantes. Esto significó para las arcas estadounidenses un total de 8.950 millo- nes de dólares. Autoría del 11-S El atentado fue planeado y perpetrado por la organización criminal Al Qaeda. Creada en 1979 por Osama Bin Laden como un refugio para luchadores ára- bes en Peshawar (Pakistán), en el que los combatientes contra las fuerzas de ocupación soviéticas se recuperaban, con el paso del tiempo Al Qaeda evo- lucionó a una organización terrorista en la que se habían integrado elementos de todo el mundo islámico y que tras la disolución de la Unión Soviética, en la década de los 90, orientó su mira- da hacia un nuevo objetivo: Estados Unidos. Ello en base a tres causas: el protagonismo de Estados Unidos en la coalición internacional que entre 1990 y 1991 combatió contra Irak en la lla- mada Guerra del Golfo tras la invasión de Kuwait por las tropas iraquíes, la existencia de bases militares en Oriente Medio –en concreto, en Arabia Saudi- ta– y el apoyo al Estado de Israel. Al Qaeda significa La base . Y esas dos palabras resultan claves para entender que no es una organización terrorista 11-S: veinte años después J osé M anuel G onzález G erente de S eguridad del G rupo A eroportuario del P acífico (GAP)
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