Segurilatam 019

/ Tercer cuatrimestre 2021 86 artículo técnico Infraestructuras críticas recoge eventos de la guerra de la Fron- da en Francia, durante la regencia de un joven Luis XIV, además de la situa- ción en una Inglaterra cercana al final de la Guerra Civil Inglesa. El título hace referencia al tiempo que ha transcurrido desde la primera entrega de la trilogía y resalta valores como ho- nor, lealtad, justicia o valentía. Esos son los valores en los que, a día de hoy, se sigue formando a los integrantes de los cuerpos de seguridad; al menos, a los de los países adscritos al denominado Mundo Libre. Y es desde esta escala de valores desde la que resulta complicado me- tabolizar el esquema antisistémico que manejan los grupos terroristas en gene- ral y, en este caso en particular, los isla- mismos radicales. Es complejo debido, fundamentalmente, a que incluyen una dimensión conceptual de la violencia en distorsión e indiferencia de sus conse- cuencias. Sus organizadores promulgan que es necesaria para provocar una ruptura con la sociedad injusta e infiel, pugnan por mantener la cohesión del grupo, inclu- so de manera brutal, evitando cualquier posible deserción mediante la coacción y las amenazas. Hacen especial én- fasis en la “pureza” de la causa de su movimiento, dándole un sentido de de- recho histórico a su lucha por un nuevo orden social, la liberación de territorios musulmanes en manos de Occidente y la yihad, es decir, el esfuerzo que todo musulmán debe realizar para que la ley divina reine en la Tierra incluso mediante la lucha violenta. Mecanismos de legitimación Esta liberación moral funciona a través de tres mecanismos de legitimación: Una justificación ética de la violencia. Esta estrategia actúa de varias mane- ras. Por ejemplo, los responsables de actos violentos contra civiles pueden esquematizar sus acciones como un mal necesario para terminar con la injusticia social, como una forma de resistencia frente a la agresión o domi- nación extranjera, y para revertir una tendencia histórica nociva para la salud moral y física de su pueblo. Por ejem- plo, en los mensajes de los mártires de operaciones suicidas, sus precursores afirman que estas acciones son un mal necesario para liberar Palestina. Una comparación ventajosa. Los pro- motores de la violencia justifican sus acciones con el esquema de que su agresión es menor comparada con las crueldades infligidas por el enemigo en contra de ellos. Lo más común en este mecanismo es que la propia conducta destructiva aparece como insignifican- te, incluso benevolente, frente a las flagrantes inhumanidades cometidas por el adversario. En algunos vídeos de suicidas palestinos se menciona que la explosión de bombas en los territorios ocupados es para vengar el despropor- cionado asesinato de sus hermanos y hermanas por los israelíes. El deslinde de responsabilidades. Este es uno de los mecanismos legitimado- res más comunes, al adjudicar la cul- pabilidad a otros grupos o agentes que “presionan” a los rebeldes a “reaccio- nar en defensa propia”, minimizando los efectos nocivos de la violencia. Para ellos no es cuestión de elección, es un contragolpe inevitable en contra de las agresiones de otros. Se pretende que la culpa de la violencia anticivil la asuman fuerzas exógenas, deshumanizando a las víctimas, adjudicando esta conduc- ta a propósitos morales, sin presentar sus consecuencias. Deslindan su res- ponsabilidad por el uso de bombas humanas suicidas, con el argumento de que todos los israelíes son soldados o potenciales soldados que asesinan a palestinos. En resumen Siguen ahí, bien pertrechados y dis- puestos, agazapados en las sombras de la clandestinidad y el anonimato para sembrar la destrucción y el terror. Es imprescindible mantener la guardia levantada, reinventarse, adaptarse a un medio permanentemente hostil, pero, a la vez, en continua evolución. Es mucho lo que está en juego y no hay lugar para el regateo de esfuerzos o de recursos. Y es necesaria la unión de los que, en mayor o menor medida, con más o menos protagonismo, cuentan, por mo- desto que sea, un papel asignado en esta obra, parafraseando el lema de los mosqueteros todos para uno y uno para todos . Todos son bienvenidos a esta lucha y, probablemente, todos serán necesarios. Empecé este artículo con una cita de Alejandro Dumas y terminaré con otra: Prefiero a los malvados en lugar de a los necios. Los malvados a veces se toman un descanso . Es imprescindible mantener la guardia levantada, reinventarse y adaptarse a un medio hostil en continua evolución

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