Segurilatam 021

/ Primer cuatrimestre 2022 68 artículo técnico Salud En este caso, el uso de UAV pilotados remotamente, pero tripulados por pasa- jeros, podría utilizarse para configurar una red de ambulancias en stand by que, al recibir un llamado de emergen- cia, atienda el más próximo y vuele al sitio disponible más cercano. Al ser un sistema principalmente eléctrico, su tiempo de prevuelo es menor. Y sin pilo- to, un UAV puede estar disponible en la azotea de un edificio, un parque u otro lugar, responder mucho más rápido y ganar minutos que pueden ser críticos para la vida de un afectado. Tecnología 5G En los años más recientes, este campo de la tecnología ha atraído las mayores inversiones del sector aéreo. Gigantes como Airbus, Boeing y muchos otros compiten por el primer modelo que pase los procesos de certificación y llegue a despliegue comercial. El problema gigante de todos los an- teriores es cómo lograr que los UAV ope- ren en conjunto, al unísono y de manera segura, sin convertirse en un riesgo para ellos mismos, la aviación tripulada y los activos y personas en tierra. Pues bien: lo más probable es que la solución venga de la mano del desplie- gue de la tecnología 5G gracias a dos características básicas: un considera- ble ancho de banda frente a tecnolo- gías inalámbricas previas y su muy baja latencia. Concepto UTM El caso colombiano se asimila a la ma- yoría de los países donde hay una pre- ocupación por integrar en el espacio aéreo a las aeronaves no tripuladas con el propósito de mantener la seguridad para todos. El reto incluye operadores (personas), explotadores (empresas), aeronaves de variados tipos y aplica- ciones, procedimientos y ayudas tecno- lógicas directas como UTM y generales como 5G. Según la Unidad Administrativa Es- pecial de Aeronáutica Civil de Colom- bia (UAEAC), los principales jugadores son aeronaves remotamente tripuladas (RPA), pequeñas aeronaves no tripula- das (drones), globos no tripulados y ae- romodelos. Se trata de usuarios regula- res del espacio aéreo con los que estos nuevos conceptos de operación, resul- tado de las nuevas tecnologías, deben incorporarse y coordinarse de manera segura. El concepto se conoce como gestión de tráfico no tripulado (UTM, por sus siglas en inglés). En todos los casos, y de acuerdo con las necesidades, los operadores definen rutas para sus diferentes tipos de misio- nes, de forma tal que cada una tenga sus procedimientos y planes de vuelo con puntos de interés, obstáculos, puntos de emergencia y evaluación de riesgos. Estas siguen los mismos lineamientos de las solicitudes de vuelo de los operado- res a la autoridad aeronáutica, proceso al que no reemplaza. De esa manera, cada misión es clara- mente definida por los operadores y la consultan en una plataforma a la que es- tán vinculados. Así se agrega un primer escalón de seguridad al espacio aéreo, ya que la información se integra en una plataforma para referente y consulta de operadores, clientes/usuarios y, even- tualmente, autoridades. De manera muy especial, el concepto UTM habilita usos en seguridad públi- ca, detección y atención de desastres y otros servicios a la ciudadanía, donde la rapidez en la reacción de las autorida- des es fundamental. Además, permite el desarrollo de un mercado comercial y profesional. Pero, a su vez, debe lograr la vinculación de todos los usuarios recrea- tivos para generar un espacio común de seguimiento y control. En conclusión, UTM y un medio de conexión confiable y de alta velocidad son los factores fundamentales para que estas soluciones tengan un despliegue amplio para convertirse en opciones co- merciales viales que traigan beneficios a su comunidad.

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