En octubre de 2016, el portal Contralínea publicó que en México hay en curso una insurrección anarquista con 50 grupos y células en guerra contra el capitalismo y el Estado. La seriedad de la “amenaza negra”, como se le conoce a dicha insurrección, ha provocado que en la Agenda Nacional de Riesgos se le considere de atención prioritaria.
El reportaje indica que durante los primeros cuatro años del sexenio de Enrique Peña Nieto se concretaron al menos 40 “acciones violentas directas” contra oficinas gubernamentales, bancos, centros comerciales, obras de infraestructura, intereses de las grandes empresas e inclusive instalaciones militares. Estas acciones violentas se han materializado de distintas formas: bloqueos a vías de comunicación, toma de instalaciones, sabotajes, robos, espionaje, secuestro, ataques armados e incluso administrando elevadas dosis de terror al dejar cadáveres fuera de estas instalaciones.
Ante esto, la mayor vulnerabilidad que reconoce el estado mexicano, según dice el documento publicado por Contralínea, está constituida por las “insuficientes medidas de protección física en estas instalaciones estratégicas”. El grado de riesgo asignado a esta vulnerabilidad es alto, pero por “política de seguridad nacional” estos hechos violentos no trascienden a los medios de comunicación y sólo se llegan a conocer los que reivindica públicamente algún grupo.
Por otro lado, el reporte Crimen y violencia: un obstáculo para el desarrollo de las ciudades de América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicado en diciembre de 2018, coloca a América Latina y el Caribe como la región más violenta del planeta.
La evolución tecnológica en materia de protección perimetral permite tener soluciones orientadas a casi cada tipo de sector y escenario
También en 2018, la región de América Latina fue distinguida por albergar el mayor número de ciudades más violentas del mundo. Aunado a ello, el último informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal (CCSPJP), una organización civil mexicana que hace continuamente importantes e interesantes trabajos de investigación y estadística, reportó que México es el país con el mayor número de ciudades entre las 50 más violentas del mundo, con 15 urbes incluidas en la lista.
Protección perimetral
Protección perimetral se refiere a la primera línea de defensa de cualquier instalación. Comprende un sistema integrado por medios físicos, tecnológicos, procedimientos y personal que, en conjunto, serán los responsables de detectar, contener y mitigar cualquier amenaza. Definir aspectos tan elementales como la altura, el tipo de materiales y los sistemas que serán más convenientes al integrar una barrera perimetral, el número, la ubicación y el tipo de accesos, entre otras cosas, dependerá esencialmente de la experiencia del diseñador y de los resultados que arroje un análisis de riesgos que, en muchas ocasiones, las instalaciones no poseen o está desactualizado o no se utiliza para la toma de este tipo de decisiones.
Lo anterior ha dado como resultado la edificación de sistemas altamente vulnerables ante el nivel de riesgos y amenazas que existen hoy en día. Tal es el caso de muchas de las instalaciones que aún operan con perímetros a base de frágiles mallas ciclónicas o bardas de ladrillo. Y hay casos exagerados como el del NAIM de Texcoco, donde el desconocimiento llevó al despilfarro de recursos en la construcción de una barda perimetral que no cumplía con ningún tipo de estándar o normatividad.
Por desconocimiento, en el NAIM de Texcoco se construyó una barda perimetral que no cumplía con ningún estándar o normatividad
Los paradigmas en protección perimetral para infraestructuras críticas en México deben evolucionar urgentemente. Los principios de la protección perimetral moderna sugieren que el diseño de un sistema considere la detección temprana de intrusión en una perspectiva de 360 grados, la evaluación y el seguimiento de la amenaza, así como la disuasión, la detención y el retraso.
Las infraestructuras críticas, de acuerdo a su naturaleza y ubicación, sufren riesgos similares. Por ejemplo, en época de lluvias hay afectaciones por inundaciones en ciertas regiones del país. En otras prevalece el robo de materiales. Y la infraestructura de comunicaciones como ferrocarriles, autopistas y aeropuertos es amenazada con bloqueos. A pesar de que tenemos de manera reiterada estas malas experiencias, no hemos sido capaces de definir criterios base y normativas específicas para la atención de estas situaciones.
Ante el escenario de violencia, criminalidad y vulnerabilidad que viven las infraestructuras en muchas zonas del país, se sugiere que las organizaciones propietarias de estas instalaciones comiencen a definir, preferentemente por sectores, guías de diseño de protección perimetral que les permitan conocer lo que funciona y lo que no. La innovación tecnológica en esta materia es muy dinámica. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Un proveedor profesional debe asesorarlo y proveerle todo tipo de información. Y aportar muestras para desarrollar las pruebas que su organización considere convenientes.
La evolución tecnológica en materia de protección perimetral reporta importantes avances, lo que permite tener soluciones orientadas a casi cada tipo de sector y escenario. Sugerimos hacer un esfuerzo y buscar la perfección, que, según el escritor Mario Benedetti, es igual a una pulida colección de errores.
