La seguridad hospitalaria es un tema de la mayor relevancia. Cada vez vemos más eventos relacionados con la atención en la salud, no solo en lo que a la atención de los pacientes se refiere, sino a todo el entorno que rodea el hospital en cada una de sus dimensiones.
Atención más segura
Desde el reporte del Institute of Medicine (IOM) de 1999 que nos alertó de que en EEUU se presentaban cada año entre 44.000 y 93.000 muertes por errores asociados a la atención en la salud, los servicios sanitarios han hecho fuerte hincapié en que los hospitales sean sitios seguros donde se cuestione permanentemente la forma de prestación del servicio, así como las posibles brechas que permitan que dicho riesgo se materialice. Es obligatorio pensar en ello para crear las barreras de seguridad que eviten el daño potencial o real que se pueda generar en el usuario o su familia.
No deja de llamar la atención como el reporte y el autorreporte de los incidentes de los eventos adversos no son tan frecuentes como esperaríamos. Es fundamental generar un cambio de mentalidad desde la concepción misma de los hospitales o sitios de atención que, basados en una cultura no punitiva, sean fuertes con el error, pero no con la persona que se equivocó, para, entre todos, crear esa cultura justa sobre la que se asientan todos los programas de seguridad del paciente. No deja de ser un reto diario, pero es nuestra responsabilidad profesional y ética trabajar en pos de unos sitios de atención más seguros.
Concepto ‘security’
Pero al alejarnos un poco de lo asistencial es cuando vemos la imagen real que significa la seguridad hospitalaria. Podemos diferenciar el security, que es la protección de los activos que garantizan la prestación asistencial, desde la parte operacional. ¿Cuántos eventos adversos se han generado por no disponer del recurso a tiempo? ¿O si este se extravió de alguna forma? ¿Cuántas son las pérdidas de los sistemas de salud que afectan el bienestar de los hospitales y que impiden prestar un mejor servicio? ¿Cuánta imagen pierde una clínica donde un paciente es robado o peor aún un recién nacido secuestrado?
Es necesario crear barreras de seguridad que eviten el daño potencial o real que se pueda generar en el usuario del hospital o sus familiares
Sin duda, el acto médico es solo la culminación de una cantidad de procesos donde disponer, preservar y vigilar que los insumos se encuentren disponibles en el momento adecuado es el mínimo necesario para optimizar la prestación en salud. Garantizar que estos recursos, valiosos y escasos, estén siempre a mano es uno de los pilares de la seguridad hospitalaria desde la security, permitiendo una mejor salud del usuario, pero también de las finanzas del hospital y del sistema de salud en general.
Otro de los aspectos que se incluyen bajo este concepto es la protección de otros bienes como la libertad (prevención de secuestro o robo de personas en los hospitales) o la prevención de la violencia en el lugar de trabajo y todos los activos necesarios para una prestación de salud adecuada.
Concepto ‘safety’
Por otro lado, en la seguridad hospitalaria no podemos olvidar el concepto safety, el cual está enfocado en la protección de la vida y su integridad. En él incluimos temas como el manejo de emergencias, el manejo de crisis, la atención en desastres y todo aquello que, de manera fortuita, pueda presentarse y sea un reto adicional en el manejo de una institución.
Es por ello que, permanentemente, los hospitales y las empresas se preparan para la atención de estas eventualidades, alistándose para seguir operando después de una catástrofe o un desastre, ya que de su buena ejecución dependerá, sin duda, la vida de sus usuarios y del hospital mismo.
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