Cuando se habla de vehículos blindados, vale la pena agregar que en este segmento también existen los conocidos como tácticos. Son comúnmente utilizados por las fuerzas del orden en diversas modalidades, incluyendo a las ambulancias militares, pero también en el apoyo para labores de rescate, transporte de reos y de tropas. Por ello, entre sus diferentes componentes, vamos a dedicar el presente artículo a las llantas de los vehículos tácticos.
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Características y misiones de los vehículos tácticos
Antes, conviene explicar que el diseño y desarrollo de los vehículos tácticos parte de la definición de la misión para la cual se requieren. Pueden concebirse para propósitos y misiones diferentes, desde operaciones urbanas hasta rurales, pasando por vehículos de apoyo logístico, unidades de avanzada, vehículos de persecución, vehículos para disolver manifestaciones y tareas similares. Pero siempre con el propósito principal de proteger la vida de sus tripulantes
Por lo general, un vehículo táctico, cualquiera que sea su finalidad, necesita un nivel de protección que pueda soportar desde armas tipo AK-47 (7,62 x 39 mm) hasta niveles de protección STANAG 4, capaces de soportar calibres .50. Por supuesto, conforme sube el nivel de protección también aumenta el espesor y el peso de los materiales necesarios para detener los ataques.
Funciones de las llantas de vehículos tácticos
Desde luego, cada componente de un vehículo de este tipo merece consideraciones particulares. Pero cabe destacar el papel de las llantas, ya que si estas sufren un ataque, los vehículos deben ser capaces de seguir avanzando. De otro modo, el vehículo se convertiría en un blanco inmóvil y sus ocupantes tendrían pocas oportunidades de escapar.
Por ello, las llantas de los vehículos tácticos son especialmente diseñadas para estas misiones y deben cumplir con las siguientes funciones:
- Soportar cargas. Estos vehículos requieren llantas que soporten el peso del vehículo, sus tripulantes y el material que cargue. Y, además, que faciliten maniobrar. Naturalmente, estos vehículos incluyen un peso añadido, que puede ser considerable, para proteger los tripulantes y la carga. Este peso conlleva unos cálculos que sirven para determinar su distribución en los ejes delantero y trasero, así como su centro de gravedad, para definir el tipo de llantas que requiere.
- Amortiguación. Los elementos elásticos de la suspensión, como los resortes, brazos oscilantes, amortiguadores, rines y llantas, son los elementos que deben aislar de la mejor manera posible los movimientos generados en el interior del vehículo al contacto con la superficie de rodamiento por la cual el vehículo va transitando.
- Frenado. Cuando el conductor del vehículo presiona el pedal de freno, todo el sistema debe transmitir la fuerza suficiente a cada llanta para detener el movimiento. Por ello, la llanta y el dibujo de la cara de rodamiento deben detener el vehículo en una distancia razonable y segura de acuerdo a su peso y velocidad. El material y sus mezclas deben soportar la abrasión y altas temperaturas que se generan cuando hay fricción contra la superficie de contacto.
- Dirección. A través del volante y el sistema de dirección, ya sea de piñón y cremallera o bolas recirculantes, con asistencia hidráulica o eléctrica, se debe tener la capacidad de establecer la dirección en la cual el vehículo se debe mover, evitando al máximo que la inercia del peso adicional impida que el automotor se desvíe de la trayectoria marcada por su conductor.
Qué tener en cuenta si se realizan modificaciones
Aunque las funciones descritas son inherentes a cualquier autotransporte, las modificaciones realizadas para un vehículo táctico incrementan su peso de manera muy importante. Por ello se insiste en que deben incluir llantas de vehículos tácticos adecuadas, con capacidad para la operación segura y efectiva de acuerdo con su nuevo peso.
Por ejemplo, si a una camioneta Ford F-550, con un peso aproximado de 5,6 toneladas, se le agregan las modificaciones de blindaje de nivel STANAG 1 con acero de 6,5 mm y 10 tripulantes equipados, pesará casi ocho toneladas. Por lo tanto, la capacidad de carga, resistencia y prestaciones para un vehículo como este requiere llantas que soporten dos toneladas cada una, sin mermar el desempeño del automotor.
Desde luego, el vehículo debe integrar los rines adecuados, que no solamente deben soportar el mayor peso, sino también resistir los impactos de las balas, como el resto del blindaje, así como poder rodar, incluso sin la llanta, en un momento de emergencia.
De igual manera, se deben considerar los terrenos en los que va a operar el vehículo para determinar el tipo de llanta. Se consideran, principalmente, cuatro tipos: caminos asfaltados, terracería, arena y barro o nieve. Aunque cualquier llanta debería operar en los cuatro, si el uso primordial será solo en alguno, se pueden tener llantas hechas especialmente para él, con el dibujo, acabado, presión y otros elementos específicos que las hagan adecuadas.
Si bien algunas llantas comerciales pueden cumplir con las funciones requeridas de carga, desempeño y terrenos de operación, varios fabricantes de llantas tienen líneas de productos específicos para vehículos militares que pueden cumplir perfectamente con las misiones para los que sean diseñados los vehículos tácticos. A partir de las especificaciones de desarrollo del vehículo y de las misiones para las que se diseñó, se puede determinar si una llanta comercial de alta capacidad es suficiente o si se requiere alguna de desarrollo para uso militar.
Sobre el autor. Fernando Cruz es licenciado en Economía con especialización en Administración de Empresas y Mercados. Trabajó 10 años en el área de calificación de riesgo de bancos y entidades financieras.
Tiene 25 años de experiencia en la industria de la seguridad. Fungió como director comercial de O’Gara Hess & Eisenhardt de Colombia y como director general y fundador de O’Gara Hess & Eisenhardt de Venezuela. Cuando la compañía cambió a Centigon Security Group, asumió el cargo de director general de Centigon en Colombia y de Centigon México. Y desde 2016 es vicepresidente de Operaciones de Centigon en América Latina. Actualmente es presidente de la comisión de Blindaje Táctico del Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB).