El actual contexto virtual representado por Internet y las nuevas tecnologías digitales globalizadas ha generado una aceleración sociotecnológica cultural a nivel mundial. Ha transformado nuestra sociedad en una red universal impulsando el crecimiento en todos los ámbitos de los Estados, conectando personas, instituciones y organizaciones de todo tipo de servicios y proporcionando nuevas formas de comunicación. Y también amenazas y riesgos.
Más de 3.700 millones de personas a nivel mundial se encuentran interactuando en un entorno y escenarios online, representando más de la mitad de la población global. La banda ancha ha crecido un 30 por ciento respecto a años anteriores según el informe Digital in 2017. Global Overview elaborado por We Are Social con la colaboración de Hootsuite. El mismo aporta estadísticas, análisis y tendencias sobre el uso de Internet, la telefonía móvil y las redes sociales y datos acerca del comercio electrónico mundial.
En Chile, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, por medio de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL), recientemente dio a conocer la Encuesta Nacional de Acceso y Uso de Internet, donde se evidencia que el 70 por ciento de los chilenos utiliza la Red.
Es importante indicar que la palabra ciber, que parece muy moderna, no lo es en absoluto, ya que proviene del griego kyber (timón o control). El ciberespacio es un término que representa divergencia en el concierto internacional y su definición depende de los intereses de quien lo emplee. A principios de los años ochenta del siglo pasado, el escritor William Gibson estableció el término ciberespacio para describir una red ficticia de computadoras que contenía enormes cantidades de información que podrían explotarse con el fin de adquirir riqueza y poder.
Por consiguiente, somos parte de un gran escenario de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) donde las redes informáticas han pasado a ser parte de nuestras vidas personales, sociales e institucionales.
La Política Nacional de Ciberseguridad permitirá prever nuevas capacidades de protección en beneficio de todos los chilenos y garantizar el normal ejercicio de las instituciones del Estado
Un ciberespacio seguro
Resulta necesario señalar también que el Gobierno de Chile, a través de un Comité Interministerial de Ciberseguridad, propició la elaboración de una Política Nacional de Ciberseguridad que fue sometida a consulta ciudadana en 2016. Esta iniciativa planteó diferentes metas y compromisos con el objetivo de promover un ciberespacio libre, abierto, seguro y resiliente para los chilenos. Sin perjuicio de apoyar estas buenas intenciones gubernamentales, cabe preguntarse como ciudadano cómo es el ciberespacio de seguro ante las actuales amenazas y riesgos cibernéticos.
Es preciso advertir que esta inquietud ya fue planteada en el Informe de Riesgos Globales 2013 del Foro Económico Mundial al identificar los riesgos tecnológicos provenientes del ciberespacio, las acciones de terrorismo cibernético, los fenómenos del crimen organizado y los ciberataques de terceros desconocidos cuya intención es afectar a las plataformas tecnológicas y de comunicación de las infraestructuras estratégicas de los Estados.
Si bien el ciberespacio promueve la modernidad de las sociedades, también nos hace más vulnerables a nuevas amenazas y riesgos de acciones cibernéticas criminales y a la piratería informática. Riesgos que están representados por los permanentes ataques de hackers, crackers y hacktivistas.
El tema del ciberespacio está mutando rápidamente. Es difícil adscribirse a una teoría específica, ya que las existentes tienen muchos puntos de congruencia. Además, considerando que el objetivo es buscar las amenazas que plantea el ciberespacio, limitarse a un solo criterio implicaría adoptar una estructura rígida en su desarrollo, lo que impediría realizar una variante en caso de cambios teóricos o conceptuales.
Finalmente, cabe señalar que estas amenazas y riesgos de carácter cibernético constituyen una realidad que no tiene un sustento jurídico internacional. Solamente contamos con el Manual de Tallín, que orienta sobre ciertos aspectos jurídicos. Estamos inmersos en un mundo global donde cada país tiene sus leyes. Por ello, la Política Nacional de Ciberseguridad permitirá prever permanentemente nuevas capacidades de protección en beneficio de todos los chilenos y garantizar el normal ejercicio de las instituciones del Estado.