Michele Wucker es una autora, comentarista y analista de políticas estadounidense especializada en la economía mundial y la anticipación de crisis. Ella es la creadora del concepto de rinoceronte gris, que usó por primera vez en la cumbre de Davos de 2013 para describir los peligros predecibles que tienen una alta probabilidad de ocurrencia y un gran impacto, pero ante los que no se toman medidas para evitarlos o mitigarlos. Algunos ejemplos de estos riesgos son el cambio climático, la ciberseguridad, la desigualdad social o la pandemia de COVID-19.
Factores que contribuyen a la inacción y cómo superarlos
Una explicación amplia y detallada de los riesgos de rinoceronte gris implica entender por qué se ignoran estos peligros, cómo anticiparlos y qué se puede hacer para enfrentarlos. Según Wucker, hay varios factores que contribuyen a la inacción ante estos riesgos, como el sesgo optimista, la falta de incentivos, la aversión al cambio o la dificultad de comunicarlos.
Para superar estos obstáculos, Wucker propone adoptar una mentalidad más abierta y diversa, incentivar la solución temprana de los problemas, establecer planes de contingencia y entrenar a la gente para actuar de forma automática ante las señales de crisis. Además, sugiere convertir las amenazas en oportunidades, buscando los beneficios que pueden derivarse de enfrentar los riesgos de rinoceronte gris.
Estos últimos son una forma de entender y afrontar los desafíos que se presentan en nuestra vida diaria. Ya sea en el ámbito personal, profesional o social, todos nos enfrentamos a situaciones que pueden tener consecuencias negativas si no les prestamos atención o si no actuamos a tiempo. Por ejemplo, puede ser un problema de salud, una deuda, una relación conflictiva o una oportunidad laboral.
¿Cómo aplicar el concepto de rinoceronte gris?
Para aplicar el concepto de rinoceronte gris a nuestra vida diaria o a una organización, podemos seguir los siguientes pasos:
- Identificar los riesgos de rinoceronte gris, tanto internos como externos, que nos afectan o nos pueden afectar en el futuro. Para ello, podemos hacer una lista de los posibles escenarios negativos que se pueden dar en cada ámbito de nuestra vida y evaluar su probabilidad e impacto.
- Priorizar este tipo de riesgo según su urgencia e importancia. Para ello, podemos usar una matriz de priorización que clasifique los riesgos en cuatro categorías: alto impacto y alta probabilidad (los más críticos), alto impacto y baja probabilidad (los más inciertos), bajo impacto y alta probabilidad (los más molestos) y bajo impacto y baja probabilidad (los más irrelevantes). Una matriz de priorización es una herramienta gráfica que nos ayuda a visualizar y comparar los riesgos según dos criterios: el impacto (el daño o beneficio que puede causar el riesgo) y la probabilidad (la frecuencia o posibilidad de que ocurra el riesgo).
Para hacer una matriz de priorización, podemos seguir estos pasos:
- Dibujar un cuadrado y dividirlo en cuatro partes iguales con dos ejes: el eje horizontal representa la probabilidad (de baja a alta) y el eje vertical representa el impacto (de bajo a alto).
- Asignar un nombre o un color a cada cuadrante según la categoría del riesgo: alto impacto y alta probabilidad (rojo), alto impacto y baja probabilidad (amarillo), bajo impacto y alta probabilidad (verde) y bajo impacto y baja probabilidad (azul).
- Ubicar cada riesgo en el cuadrante que le corresponda según su valor de impacto y probabilidad. Para ello, podemos usar una escala numérica o cualitativa para medir ambos criterios. Por ejemplo, podemos usar una escala del 1 al 5, donde 1 es el valor más bajo y 5 es el valor más alto.
- Analizar la matriz y priorizar los riesgos según su categoría. Los riesgos rojos son los más urgentes e importantes, los amarillos son los más inciertos y requieren más información, los verdes son los más molestos y se pueden gestionar con facilidad, y los azules son los más irrelevantes y se pueden ignorar.
- Diseñar un plan de acción para cada riesgo de rinoceronte gris. Para ello, podemos definir los objetivos, las estrategias, las acciones, los recursos, los plazos y los indicadores que nos permitan prevenir o mitigar el riesgo. ¿Qué puedes hacer para prevenir o mitigar el riesgo? ¿Qué puedes hacer para aprovechar el riesgo? ¿Cómo vas a medir el progreso y el resultado? También podemos identificar los posibles obstáculos o dificultades que nos puedan impedir ejecutar el plan, y buscar soluciones o alternativas.
- Ejecutar el plan de acción y monitorear los resultados. ¿Estás cumpliendo con lo establecido? ¿Hay algún cambio o imprevisto que requiera una adaptación? ¿Qué aprendizajes puedes extraer de la experiencia? Para ello, podemos seguir un cronograma que nos ayude a cumplir con las acciones establecidas, y revisar periódicamente los indicadores que nos muestren el avance o el retroceso del riesgo. También podemos ajustar el plan según las circunstancias o las oportunidades que se presenten.
- Evaluar el resultado y retroalimentar el proceso. ¿Has logrado los objetivos propuestos? ¿Qué aspectos se pueden mejorar? ¿Qué nuevos riesgos han surgido o se han modificado?
Siguiendo estos pasos podemos convertir los riesgos de rinoceronte gris en oportunidades de mejora, aprendizaje y crecimiento empresarial y personal.
¿Cómo ayuda esta metodología a las organizaciones?
La metodología del rinoceronte gris contribuye a la rentabilidad de las organizaciones al permitirles gestionar de forma proactiva y eficiente los riesgos que pueden afectar a su desempeño. Al identificar, priorizar y actuar frente a los riesgos evidentes y previsibles, las organizaciones pueden evitar o reducir las pérdidas potenciales, así como aprovechar las oportunidades que se derivan de ellos. De esta forma, pueden mejorar su competitividad, innovación y sostenibilidad en el mercado.
Un ejemplo de aplicación de esta metodología es el caso de la empresa de transporte Uber, que en 2016 se enfrentó a un riesgo de rinoceronte gris: la regulación de su actividad en diferentes países. Ante este riesgo, Uber decidió adoptar una estrategia de adaptación y colaboración con las autoridades locales, buscando soluciones que beneficiaran tanto a sus usuarios como a sus conductores. Así, logró mantener su presencia y crecimiento en diversos mercados, a la vez que mejoraba su reputación y confianza.
Además del ejemplo de Uber, hay otros casos de aplicación de esta metodología en diferentes sectores y contextos. Por ejemplo:
- La industria naviera está adoptando un enfoque cada vez más proactivo para el riesgo relacionado con el medio ambiente y la respuesta a los derrames, preparándose para los eventos de cisne negro y rinoceronte gris que pueden tener consecuencias comerciales y reputacionales a largo plazo.
- La empresa de consultoría McKinsey ha desarrollado un marco de trabajo para ayudar a las organizaciones a identificar y gestionar estos riesgos en el contexto de la transformación digital, considerando aspectos como la ciberseguridad, la privacidad, la ética o la regulación.
- El gobierno de Singapur ha implementado una estrategia de anticipación y preparación para los riesgos de rinoceronte gris basada en la creación de escenarios, la evaluación de impactos y la formulación de planes de contingencia para hacer frente a posibles crisis como el terrorismo, las pandemias o los desastres naturales.
En conclusión, la metodología del rinoceronte gris es una herramienta útil para mejorar la gestión de riesgos en las organizaciones, ya que les permite anticiparse y responder a los desafíos que se presentan en el entorno, mejorando su competitividad, innovación y sostenibilidad en el mercado, aumentando su rentabilidad y valor.