Para entender los retos de la seguridad privada en Colombia, debemos conocer la importancia de este sector en nuestra economía. El sector de vigilancia y seguridad privada representa el 1,6% del PIB, esto es, cerca de 10,5 billones de pesos anuales.
Un sector que genera miles de puestos de trabajo
La vigilancia y seguridad privada en Colombia hace parte del tercer sector más generador de empleo formal en nuestro país: más de 400.000 empleos, que equivalen al 1,8% del empleo total y al 4,3% del empleo formal. Los principales beneficiarios de estos empleos son las mujeres, las personas en situación de discapacidad y las personas de edades superiores para el empleo (último empleo).
En el caso de la Asociación de Empresas Colombianas de Seguridad (ECOS), sus empresas asociadas sostuvieron más de 50.000 empleos en el último año. Y en ingresos por actividades ordinarias, facturaron 1 billón 162.000 millones de pesos.
Retos de la seguridad privada en Colombia
Es allí donde radica la importancia y los retos de la seguridad privada en Colombia. La necesidad de modernizar el sistema regulatorio del sector permitiendo fortalecer la Supervigilancia, un ente que requiere procesos eficientes y basados en sistemas de información que limiten la discrecionalidad y el riesgo de corrupción.
Las nuevas normativas del sector deben abrir la puerta al modelo societario por acciones. Un modelo que se adapte a la evolución de muchas de las empresas que transitan de negocios familiares a grandes conglomerados de servicios.
La moderna regulación debe llevar a que las empresas de vigilancia sean un gran aliado en la construcción y operación de cárceles y en las labores del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) respecto a los condenados que purgan penas domiciliarias.
La seguridad ciudadana puede mejorar con una política de seguridad comunitaria 2.0 que articule:
- Seguridad móvil privada ampliada en áreas de particular control estatal.
- Centros de gestión del riesgo: comandos de atención inmediata (CAI) operados en alianza con empresas de vigilancia y seguridad privada, bomberos, defensa civil, servicios de salud pública y Policía Nacional.
- Frentes de seguridad local fortalecidos con botones de pánico, alarmas comunitarias y silbatos donde se optimice la inteligencia artificial (IA) y las plataformas tecnológicas.
Además, se requiere el desarrollo de políticas públicas que implementen herramientas tecnológicas en materia de seguridad ciudadana.