Analítica para la operación diaria de las empresas

Antes de centrarnos en la analítica, es preciso señalar que las empresas con operaciones en México están sujetas a diferentes variables que influyen en cómo mantienen la seguridad de sus activos. Como el creciente clima de inseguridad del país, pasando por todos los cambios que generó la nueva normalidad y hasta las tendencias actuales de la vida líquida. Debe tenerse en cuenta que el crimen también evoluciona y las empresas deberán considerar sistemas de seguridad más inteligentes e integrados para hacer frente a esta nueva normalidad en la seguridad.

Dentro de un amplio abanico de tecnologías enfocadas en la seguridad existentes en el mercado, la analítica e inteligencia artificial a menudo es ofrecida por fabricantes y desarrolladores como la solución a diversos escenarios de seguridad de las empresas. Sin embargo, como profesionales de la seguridad a veces nos hacemos las siguientes preguntas:

• ¿Cómo aterrizamos estas tecnologías a la realidad operativa de un negocio?
• ¿Cómo me puede ayudar realmente a mejorar mi sistema de seguridad?

Cada negocio es específico y, por lo tanto, sus riesgos lo son aún más, por lo que el inicio y base de todo sistema de seguridad debe ser el análisis de riesgo, que forma parte del Enterprise Security Risk Management (ESRM). Dentro de este ciclo de mejora, podemos echar mano de estas tecnologías de analítica e inteligencia artificial cuando detectamos la necesidad de automatizar algunos procesos.

Dos caminos para abordar estas tecnologías

En este sentido, existen dos caminos para abordar estas tecnologías:

1. Muchos fabricantes de videovigilancia en el mercado integran analíticas a las cámaras o sistemas de videograbación desde sus modelos más básicos. Conforme las analíticas son más complejas, los costos también aumentan.
2. Existen otros tipos de empresas que desarrollan diferentes algoritmos dedicados a realizar un análisis más específico a algún escenario. Normalmente, este tipo de esquema analiza el flujo de vídeo de un sistema ya existente, por lo que gana en compatibilidad e integración.

Es importante mencionar que, muchas veces, los instaladores no conocen estas tecnologías, o los clientes no tienen idea de las capacidades de integración de un sistema, por lo que no las solicitan.