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artículo técnico
Seguridad Aeroportuaria
Segundo cuatrimestre 2017
piedad en tierra de acuerdo a los límites
de peso y tamaño del RPAS. La cober-
tura y la suma económica se ajustarán a
la legislación vigente en cada país.
Igualmente, la empresa estará en la
obligación de mantener un registro de
la adquisición del equipo –ya sea a un
distribuidor local, a través de importa-
ción, etc.–, que deberá figurar como ac-
tivo. Y prohibirá el uso de un RPAS de su
propiedad para funciones comerciales.
Conclusiones
Son muchos los trabajos que se pueden
realizar con RPAS. Actualmente, se lle-
van a cabo con aeronaves tripuladas y
por empresas de trabajos aéreos espe-
ciales. En el caso de los aeropuertos, es
preciso contar con vigilantes en puntos
fijos, personal encargado de las rondas,
etc. Y los RPAS son un importante apoyo
para la ejecución de esas tareas al brin-
dar un registro gráfico y responder rápi-
damente ante cualquier incidente.
Lo cual no quiere decir que reempla-
cen a los seres humanos. Pero en los ae-
ropuertos, los RPAS están capacitados
para revisar las instalaciones aportando
ventajas como un efecto directo en la
seguridad, bajos costes de manteni-
miento, disponibilidad inmediata, etc.
los estudiantes tendrán que afrontar
otra de simulador y/o una práctica de
campo y actualizaciones para asimilar la
evolución de la tecnología.
Certificación de RPAS.
La califica-
ción de RPAS en livianos y ligeros no re-
quiere un certificado de aeronavegabi-
lidad formal; además, están exentos de
matrícula. Esto se aplica en casi todo el
mundo para RPAS con un peso inferior
a 25 kilos. Pero en función del país, es
necesario adelantar un proceso de re-
gistro de la aeronave y demostrar la ca-
pacidad idónea para operarla.
Empresas de explotación comercial.
La empresa explotadora ha de propor-
cionar todos los medios para que los
operadores puedan adelantar con se-
guridad la operación. Será responsable
de los procesos de servicio que man-
tengan la idoneidad del RPAS y de lle-
var los registros correspondientes. Asi-
mismo, tendrá que verificar la capaci-
dad de los operadores que contrate y
mantenerla vigente a través de los cur-
sos de actualización. Entre empresa y
operador deberá mediar una relación
contractual formal y escrita.
La empresa proveerá los seguros des-
tinados a cubrir los daños que se pue-
dan ocasionar a las personas y a la pro-
Cómo operar
En cualquiera de los casos expuestos, lo
primero que se ha de tener en cuenta
es una definición de términos de ser-
vicios con la autoridad competente en
tráfico aéreo. Eventualmente, algunas
de las máximas que se deben obser-
var son:
El ambiente en que se desarrolle una
misión se ha de valorar para elegir la
tecnología apropiada, de tal manera
que sea segura y, a la vez, permita al-
canzar el objetivo propuesto.
Las características del equipo y las in-
dicaciones del fabricante son básicas
a la hora de establecer los requisitos
tanto del operador como de la em-
presa o explotador responsable.
Las características deben basarse en la
regulación, al menos en las tres posi-
bles misiones citadas.
Y muy importante: las denominadas
cargas pagas no tienen que crear peli-
gro para la operación segura del RPAS,
es decir, no afectar a su balance y a las
condiciones de vuelo.
Una valoración con miras a imple-
mentar un servicio de esta naturaleza
contempla la combinación de estos fac-
tores para la cualificación de los opera-
dores y el certificado de quienes lo ex-
plotan. En todos los casos, estimo que
serán procesos que, progresivamente,
generen confianza en las autoridades
aeronáuticas a medida que muestren
sus bondades. Pero, ante todo, capaci-
dad de atender a todas las normas por
las que se rigen las instalaciones aero-
portuarias. Por lo expuesto, conviene
tomar en consideración estos supues-
tos generales:
Cualificación de operadores.
Todo
aspirante a operar una aeronave remo-
tamente tripulada atenderá los proce-
sos de formación de acuerdo al tipo
de aeronave y operación que pretenda
realizar. Ello incluye comprensión de las
normas del espacio aéreo y sus alcan-
ces, integrándose de manera armónica
sin generar riesgos. Las entidades edu-
cativas que opten por ofrecer estos pro-
gramas de capacitación deberán pre-
ver que, además de la fase académica,