Segundo cuatrimestre 2017
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artículo técnico
Seguridad Corporativa
guen atraer una atención indeseada y
señalarlos como objetivo para crimina-
les o grupos terroristas. La discreción y
un buen nivel de información del en-
torno proporcionan en esos casos un
mayor grado de seguridad a un coste
mucho menor.
Adaptación
Concluyendo esta aproximación a la
manera en que se afronta desde los
departamentos de Seguridad la inter-
nacionalización de las empresas y la
presencia de expatriados en países de
riesgo, una idea se repite: adaptación.
Adaptación entendida como agilidad
de los departamentos de Seguridad
para hacer frente a un problema dife-
rente en un ambiente distinto del ha-
bitual. Adaptación para tener la flexi-
bilidad suficiente para no utilizar los
mismos marcos y soluciones que han
tenido éxito en otras situaciones no
equivalentes. Adaptación para desarro-
llar o atraer talento que complemente
el ya existente en esos departamentos,
que, de esa manera, deben convertirse
en un elemento clave para las empre-
sas en sus estrategias de internaciona-
lización y nunca en otro departamento
más focalizado únicamente en la segu-
ridad física de activos y sedes.
menten. El análisis de riesgos tiene que
ser conducido por un experto en segu-
ridad, quien debe contar, además, con
un conocimiento profundo de la em-
presa, su normativa, especificidades,
modelo de negocio e intereses.
Para afinar en la graduación de las
distintas amenazas, lo fundamental es
acceder a información fiable, o en su
defecto a análisis fundamentados, que
sustente la conclusión. De otra forma,
continuarán repitiéndose casos como
los de imposición de fuertes medidas
de protección contra atentados terroris-
tas para empleados desplazados a paí-
ses donde el fenómeno tiene nula in-
cidencia en la actualidad, pero donde
la percepción de la amenaza es conse-
cuencia únicamente de la persistencia
en nuestra memoria de imágenes de
masacres del pasado.
Una vez graduadas las amenazas, las
medidas de mitigación necesitan un
enfoque creativo, pragmático y eficaz.
Es indispensable conocer siempre el
marco legal del país, aunque sea a tra-
vés de procedimientos indirectos si no
hay otra opción. En ocasiones hay que
huir de medidas tradicionales como dis-
poner de destacamentos de seguridad
armados para asegurar la protección de
empleados expatriados, ya que consi-
presa y permite entonar el inevitable
“siempre se ha hecho así” en caso de
complicaciones.
Marcos legales inexistentes, ausencia
de prelación de las normas, reglamen-
tación secreta o no accesible. Fuerzas
de orden público o compañías de segu-
ridad privada con registros de falta de
respeto a los derechos humanos e in-
cluso participación en secuestros o eje-
cuciones extrajudiciales. Prohibición de
entrar al país a responsables de seguri-
dad propios. Evidentemente, la aplica-
ción en estos entornos, reales y frecuen-
tes, de modelos de seguridad prede-
finidos, conducen tarde o temprano a
graves problemas.
Otra solución aparentemente más
sencilla ya ha sido mencionada: provee-
dores externos, habitualmente grandes
grupos internacionales, se hacen cargo
de todos los aspectos de la seguridad
de nuestras empresas. El primer bene-
ficio: evita enfrentarse a culturas o idio-
mas ajenos. Sin embargo, las soluciones
que ofrecen obligan a adaptarse a unos
procedimientos estandarizados, poco
adaptados a las necesidades propias y
a precios tan prohibitivos como injusti-
ficados.
Los dos errores descritos constituyen
líneas rojas por las que hay que evitar
transitar. Afortunadamente, el espacio
de maniobra entre ambas es amplio y
permite cumplir con el objetivo: prote-
ger a los empleados de manera eficaz y
a un coste asumible.
Análisis de riesgos
El análisis de riesgos debe ser asumido
o estrechamente dirigido por el depar-
tamento de Seguridad de la empresa.
Externalizarlo, delegarlo o simplemente
copiar uno ya disponible, y correspon-
diente a otro escenario, empresa o mo-
mento, es injustificable y poco profesio-
nal. El análisis no tiene como objetivo
disponer de otro documento que pro-
porcionar al departamento de Audito-
ría, sino que constituye la piedra angu-
lar de la que se derivarán las medidas
de mitigación que, posteriormente, se-
rán a su vez la columna vertebradora de
los planes de seguridad que se imple-