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Segundo cuatrimestre 2017

Opinión

artículo técnico

S

i bien la primera responsabili-

dad de un gerente de seguri-

dad es evitar que se materiali-

cen pérdidas en su organización, no es

menos cierto que los niveles de inse-

guridad que se viven en Venezuela son,

desde cualquier punto de vista, super-

lativamente altos. Toda acción de pre-

vención, protección o contención frente

al delito se ve rebasada con rapidez por

la cantidad y calidad de amenazas que

acechan al ciudadano común, a las em-

presas y a la vida general del país.

No se trata de justificar la inefectivi-

dad o incapacidad de la seguridad en

entornos complejos; al contrario, es pre-

cisamente en ambientes inestables,

complicados y llenos de incertidumbre

donde la gestión de riesgos se fortalece

y aprende de manera acelerada. Sin em-

bargo, no es suficiente con hacerlo bien:

la realidad exige saltar la brecha para in-

tentar la excelencia.

Conozco decenas de profesionales de

la seguridad con buena formación y ex-

periencia que ven frustrados sus esfuer-

zos y carreras porque no han podido

dar respuestas satisfactorias a los difíci-

les retos de nuestra realidad cotidiana.

Y no por ello son incompetentes. Sim-

plemente, no supieron leer el entorno y,

como dice Jack Welch, expresidente de

General Electric, “quien no está en la rea-

lidad queda fuera de ella y a su merced”.

Camino al éxito

Pero, ¿dónde están las claves que con-

vierten una buena gestión de seguridad,

aunque insuficiente, en otra excelente

y exitosa? Recientemente, y tras mucha

observación, he identificado cinco pis-

tas que, si bien no son las únicas, ayudan

a ubicarnos en una perspectiva un poco

más clara. Las describo brevemente a

continuación, siendo todas igualmente

importantes.

Liderazgo y estructura.

La gerencia de

seguridad trasciende al gerente. Su ha-

bilidad para interactuar e involucrar a

toda la organización, junto a un equipo

estructurado en procesos, resulta indis-

pensable para responder proactiva y

oportunamente a la complejidad.

Cultura de previsión y resiliencia or-

ganizacional.

El conocimiento de los

riesgos, el análisis de las consecuen-

cias, la prudencia y la preparación para

escenarios de caos deben estar en la

agenda de direccionamiento estraté-

gico de la organización. La diferencia

entre prever y reaccionar significa vidas,

dinero, tiempo y reputación, por men-

cionar algunos elementos cubiertos

por el paraguas de la seguridad.

Gerencia profesional y oportuna de

los proyectos.

Una parte importante

de la dirección de seguridad se rela-

ciona con el manejo de proyectos en

áreas tecnológicas, de infraestructura,

recursos humanos o normativos. En to-

dos los casos se impone la disciplina, la

correcta administración y la presenta-

ción en tiempo de resultados. Un ge-

rente de seguridad profesional es tam-

bién un gerente multidisciplinario de

proyectos.

Control de la gestión y manejo cer-

cano de indicadores.

En la seguridad,

la efectividad no es obvia, pues existen

demasiados imponderables o elemen-

tos intangibles en consideración. De

ahí que cuantas más variables puedan

medirse, correlacionarse y proyectarse

históricamente, mejores herramientas

y criterios tendrá la gerencia para tomar

decisiones y lograr sus objetivos.

Conexión de entorno e inteligencia si-

tuacional.

Mantenerse en contacto per-

manente con los ámbitos que rodean la

organización, tratar de entender cómo

interactúan, cuáles son sus motivacio-

nes e impactos sobre los objetivos del

negocio, etc., es una función no dele-

gable para la seguridad. Y también la

capacidad de recopilar y procesar ele-

mentos del entorno y generar pronós-

ticos fundamentados que alimenten la

visión y dirección estratégicas.

Estas características, si bien son desea-

bles más allá de la seguridad, resultan in-

dispensables en el camino a la excelen-

cia de la gestión de riesgos. La buena

noticia es que todas ellas son desarrolla-

bles y se realimentan unas a otras.

Si usted considera que en su organi-

zación la seguridad es buena pero, aun

así, no cumple cabalmente con su fun-

ción de prevenir y controlar las pérdi-

das, pregúntese si tiene algún plan para

comenzar a transitar por las claves de la

excelencia.

Alberto Ray

Consultor en seguridad y análisis estratégico de riesgos

De la seguridad buena a la excelente

Profesionales de la seguridad con formación y

experiencia ven frustrados sus esfuerzos y carreras

porque no pueden dar respuestas satisfactorias a

los difíciles retos de la realidad